Criminalidad y pandemia, ¿cuál es su relación?
El balance de Criminalidad está relacionado con las restricciones sanitarias como consecuencias de la pandemia. A esta conclusión ha llegado el Ministerio de Interior, quién hizo público el balance en el que la criminalidad descendió en un 13,1% en la Comunidad de Madrid durante el primer trimestre de 2021, pero incrementaron los delitos de malos tratos en el ámbito doméstico.
Durante este período, se han registrado 79.468 infracciones penales, en contraposición con las 91.419 anotadas en la misma fecha durante 2020. En otras palabras, hubo una bajada de la criminalidad del 13,1%, hecho que también sucedió tras la bajada del 15% con respecto a 2019.
Lo que dicen los registros
La tasa de criminalidad se ha reducido en 1.8 puntos, de 45.8 a 44 en los últimos doce meses. Esto significa que ha habido 1.8 menos crímenes penales por cada 1.000 habitantes, de acuerdo con el comunicado de la Delegación del Gobierno.
La forma de la criminalidad también ha variado, y no solo en la cantidad. Uno de los cambios más relevantes es la reducción de delitos de homicidios y asesinatos de 12 a 6, así como también los de la libertad sexual (-7,8%).
Los delitos contra el patrimonio también pasaron por cambios significativos: disminuyeron los delitos contra el patrimonio en un 17,6%, pero aumentaron un 16,3% los robos con violencia en domicilios. Quizás sea uno de los puntos en los que más hemos visto los estragos de la pandemia y su relación con los delitos.
Por otro lado, ha habido un ascenso sustancial en los malos tratos en el ámbito familiar, un 5,2%. Un dato aún más grave es el incremento del 13% de los delitos contra la integridad, la libertad y la vida de las personas.
Los municipios de más de 20.000 habitantes con una mayor tasa de criminalidad son: Arroyomolinos (70,2), Madrid (51,6), Rivas-Vaciamadrid (50,1) y Mejorada del Campo (49,2). Mientras, los que tienen la menor tasa son: Boadilla del Monte (23,5), Tres Cantos (23,7), Algete (26,6) y Colmenar Viejo (26,3).
Adicionalmente, en 2020 se redujo de forma considerable la actividad judicial. El año pasado, se celebraron 72.173 juicios penales menos que en 2019, y se presentaron más de 5.500 demandas de amparo ante el Constitucional, de acuerdo con la Fiscalía. El caso de los delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico es alarmante, ya que se registró un descenso del 14% de las diligencias previas.
Delitos contra el patrimonio, ¿cómo lidiar con ellos?
En vista de que las estadísticas indican que hay una situación mundial agravante de la delincuencia, debemos contar con diferentes herramientas para lidiar con ella. Los delitos contra el patrimonio ahora son menos comunes en líneas generales, pero los robos con violencia han tenido la tendencia contraria.
Por desgracia, pocas veces se toman las suficientes medidas legales al respecto (e incluso se omiten con mayor frecuencia por la Fiscalía). Viendo que el sistema judicial parece estar a un paso del colapso, el ciudadano va a tener que ser más responsable de su seguridad jurídica.
En primer lugar, ¿qué son?
Podemos definirlos como aquellos que atentan contra los bienes de una persona individual y que causan un perjuicio que puede y debe ser castigado por la ciencia penal. Su naturaleza es aquella que supone una repercusión económica o patrimonial.
Los delitos patrimoniales solo incluyen bienes de un individuo, y se refiere a la tutela de un bien jurídico colectivo. Un ejemplo que sirve para hacer la diferencia: una estafa a un individuo es un delito contra el patrimonio, mientras que una estafa piramidal es un delito socioeconómico.
Los principales son: hurto, robo con fuerza o violencia, sustracción de vehículos, robo con violencia en domicilios. Y son estos últimos los que han visto un incremento considerable durante este año. En otras palabras, el delito es aquél que viole la propiedad de un individuo.
También están los agravantes penales, que son las circunstancias que modifican la responsabilidad del crimen, ya sea contra el patrimonio o de otra índole. En España se habla de tres niveles de agravantes, siendo la individualización de la pena el último.
Las opciones del acusado
En todo proceso legal, incluso la persona acusada tiene derecho a una defensa, y es el derecho penal la especialidad del área que se encarga de reglamentar la condena de los delitos.
El abogado penal va a suscitar el respeto y los bienes jurídicos de sus clientes, para lo que sanciona toda actitud que ponga en riesgo los derechos de bienes del individuo. Se basa en una serie de principios que rigen el derecho penal y lo delimitan, como la presunción de inocencia y la igualdad ante la ley.
Toda persona, ya sea natural o jurídica, tiene el derecho de acudir a abogados penalistas de Madrid o en cualquier otro lugar. Incluso es recomendable buscar ayuda profesional con suficiente antelación para entender los detalles del caso, y que el abogado procure la protección de los derechos dentro del margen legal.