Redacción. Fuente: Noticias Globales. La Presidente Argentina, Cristina F. de Kirchner (2007-2011; 2011-2015) evoluciona en la labor de reingeniería social anticristiana que ya empezó Néstor Kirchner (2003-2007;+2010).
Poco después de la sentencia a favor del aborto emitida por la Corte Suprema de la Nación, Cristina Kirchner recibió de manos del presidente del mismo tribunal, Ricardo Lorenzetti, el texto que pretende ser el nuevo Código Civil de la Nación.
Algunos de sus contenidos que atentan más gravemente contra el orden natural:
-Con respecto a la vida humana, el anteproyecto dice que “la existencia de la persona humana comienza con la concepción en el cuerpo de la mujer o la implantación en ella del embrión formado mediante técnicas de reproducción humana asistida”, institucionalizando así una discriminación injusta entre los embriones fruto de una relación natural y los obtenidos por técnicas de fecundación extracorpórea, lo que da pie a cualquier experimentación y otros atentados contra los “embriones de laboratorio”.
A la vez, parece situar el comienzo de la persona en la implantación del embrión, dando vía libre al aborto por medios químicos y mecánicos, que actúan antes de la implantación del embrión en el útero.
A su vez, legaliza la fecundación artificial, incluyendo la donación de gametos (óvulos y/o espermatozoides). Legaliza el alquiler de vientres o maternidad subrogada y la inseminación “post mortem”. Introduce lo que llama la "voluntad procreacional" como elemento determinante para obtener un hijo por cualquier modo de fecundación “asistida”. La “voluntad procreacional” es ajena a la realidad genética, lo cual contradice el derecho del niño a la identidad. El niño se convierte en una “cosa”, adquirible por cualquier técnica de laboratorio, incluidas las más aberrantes.
-Confirma el supuesto "matrimonio" entre personas del mismo sexo, permitido por la ley llamada de “matrimonio igualitario”, de julio de 2010. Legaliza la adopción por parte de homosexuales, la "homoparentalidad", es decir, la posibilidad sin restricciones, de que los niños tengan dos madres o dos padres.
-Legaliza el llamado el divorcio "express", a petición de uno o de los dos cónyuges, desapareciendo la atribución de culpa en la disolución del vínculo matrimonial. La fidelidad deja de ser un deber conyugal. El adulterio no existe más como causa de divorcio. Cesa el deber de cohabitación, manteniéndose solamente la "asistencia y alimentos". El concepto de patria potestad se diluye hasta casi desaparecer.
Además, recordemos otras leyes promulgadas por la Presidente Argentina, como la emitida en el verano de 2010, de “matrimonio igualitario” (ley nº 26.618), esto es, entre personas del mismo sexo. Cristina Kirchner llegó a afirmar en esa ocasión: “no hemos promulgado una ley, hemos promulgado una construcción social”.
En noviembre 2012, se aprueba el proyecto de ley de “identidad de género”. Según el cual, los ciudadanos tienen “derecho” para cambiar legalmente el "sexo que le han asignado al nacer", adecuando al “cambio de sexo” la partida de nacimiento y los documentos de identidad por otros que reflejen la “identidad de género auto percibida”, sin necesidad de someterse a cirugías o terapias hormonales.
En el caso de optar por alguna adecuación terapéutica “para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género auto percibida”, éstas serán incluidas en el Plan Médico Obligatorio y los proveedores del sistema de salud –públicos o privados- deberán garantizar las prácticas. El proyecto pasó para su tratamiento al Senado de la Nación.
No hay que olvidarse tampoco del Programa Nacional de Educación Sexual Integral.
Huelgan las palabras para ver en Argentina la construcción de una nueva sociedad basada en una profunda reingeniería social anticristiana.