Beatriz Bullón. 25 de noviembre.

En nuestro estudio de los Reales Decretos sobre epc queremos tratar de los Criterios de evaluación de la asignatura en segundo de la  ESO. El punto 1 de evaluación dispone: “Identificar y rechazar, a partir del análisis de hechos reales o figurados, las situaciones de discriminación hacia personas de diferente origen,género, ideología, religión, orientación afectivo-sexual y otras, respetando las diferencias personales y mostrando autonomía de criterio.

Este criterio permite comprobar si el alumnado, ante la presentación de un caso o situación simulada o real, es capaz de reconocer la discriminación que, por motivos diversos, sufren determinadas personas en las sociedades actuales y si manifiesta autonomía de criterio, actitudes de rechazo hacia las discriminaciones y respeto por las diferencias personales”

Lo grave de estos criterios de no discriminación es que inmediatamente después de decir que no se puede discriminar a las personas, hay que enseñar a discriminar las ideas, pues que no todas son igualmente válidas. Nada corrompe tanto como otorgar al vicio los elogios que sólo merece la virtud. Estos criterios son un riesgo, porque exigen una explicación respecto a las situaciones a que se refieren. Y éstas no son correctas.

Discrimino en mi juicio, digo que no es buena la conducta homosexual, no que no pueda serlo una persona de tal condición, siempre que no la ejerza. Hay que enseñar que el homosexual no puede contraer matrimonio, porque su unión no es un matrimonio, y esto no es discriminatorio pues nadie le quita un derecho que no tiene. Esto no parece pueda explicarse con un gobierno que ha establecido un “matrimonio” homosexual.

Por supuesto que no se podrá discriminar al que tenga otra fe, pero la fe no es pluralista. Dios ha revelado una Verdad a la que asentimos. Sólo mi religión es verdadera.

No todas las ideologías son aceptables, los campos de concentración obedecen a ciertas ideologias.

Por supuesto que los niños manifiesten autonomía de criterio es un término muy constructivista, pero ambiguo. Los niños han de aprender que su criterio depende de una norma objetiva y trascendente, que actuando conforme a ella harán el bien. Lo demás: una vela al diablo.

No discriminar a personas de diferente género es no discriminar a los gamusinos, puesto que el individuo nace hombre o mujer, no se hace según su libre opción, por más que lo propugne una ideología de género, no constitucional,  creadora de estos términos.

¿Se dan ustedes cuenta que al explicar los supuestos nada es políticamente correcto? ¿Quién se atreverá a poner el cascabel al gato?

Lo mejor para un niño de 12 años es saber que la no discriminación radical de los seres humanos proviene de su igualdad como hijos de Dios, redimidos por Cristo. Esta es la esencial igualdad, las otras no lo son.