Javier Garcia Isac. Resulta cómico ver como personajes de la talla del católico Jose Bono, el intelectual ex presidente socialista Rodríguez Zapatero y, el hombre de moda, Pablo Iglesias, se reúnen para analizar cuestiones de la vida política española. ¡¡¡Para echarse a temblar!!!, y todo esto, a espaldas de Pedro Sanchez, “El Breve”.
No me gustan ninguno de los cuatro. Me parecen una banda siniestra y macabra. Sabíamos de la admiración de Iglesias hacia Zapatero, no obstante, este último es el gran ideólogo teórico al que copia “Potemos”.
La cuestión de Zapatero, sus decisiones al frente del Gobierno y sus consecuencias, parecen del agrado de Iglesias, pues ya sabemos que a Pablo Iglesias y a su “Potemos”, les seduce todo lo que fracasa.
Los modelos venezolano y cubano, las economías soviéticas y ahora Zapatero, son la polar, la guía y el ejemplo a seguir para este teórico de la política. Se revisten de modernidad movimientos rancios cuyas recetas económicas y sociales, son sobradamente conocidas y fracasadas.
Zapatero representa el icono de la progresía y la constatación del fracaso, el sectarismo y la inoperancia.
He alabado siempre el gran sentido del humor que tiene la izquierda, eso sí, siempre y cuando no sean ellos el objeto de la mofa y el insulto.
Son muy abiertos y divertidos. Todos podemos ser motivo de burla: el mujer femenina; la iglesia católica; el pequeño y mediano empresario; el trabajador que no piensa como ellos; nuestras mascotas; nuestras aficiones; nuestros gustos en lectura, cine o incluso culinarios; el heterosexual…en definitiva, un amplio abanico de cosas y circunstancias con un solo denominador común: el sujeto objeto de la mofa, burla, insulto o payasada, debe ser burgués, católico, blanco, preferiblemente de derechas y, sobretodo y muy importante, no pensar como ellos, no creerse todo lo que le cuentan y, poner en duda versiones oficiales difícilmente creíbles.  No es necesario que se cumplan todos los requisitos en la misma persona, basta con contar con alguno de ellos para que la libertad de expresión no esté en juego, no esté en peligro.
Lástima que este sentido del humor no sea reciproco. Me considero una persona cachonda, divertida, con un amplísimo sentido del humor, que lo soporta todo y espero que muchos de mis adjetivos y calificativos, sean considerados como “gracietas” sin ningún ánimo de ofender a nadie y que sean vistas como uso de mi libertad de expresión. Además, mi gran sentido del humor, suele constatar realidades y hechos difícilmente refutables, como cuando digo que Zapatero fue un pésimo presidente, un incompetente de manual y un gestor horrible. No estoy opinando, estoy dando información. Que el “Pequeño Wyoming” me parece un imbécil de campeonato con poca gracia y mucho sectarismo, entra dentro de lo opinable, aunque yo lo tengo bastante claro.
Zapatero, Bono, Iglesias y hasta Pedro Sanchez “El Breve”, creen que tienen sentido del humor, pero no es así. Solo ellos pueden insultar. Solo ellos pueden atacar las creencias religiosas de los demás. Solo ellos y los suyos, se creen investidos de una superioridad moral de la que en verdad, carecen.
En el uso de mi libertad de expresión, afirmo que Julia Otero, el “Pequeño Wyoming”, Isabel Gemio, Willy “Vomito” Toledo, Los Bardem, “Pollo frito” Ramoncín”, Bosé “come mil hojas Diango”, “Pedante” Gabilondo y demás cantamañanas amparados por una cultura con “K” (“Kaka”), son insoportables, infumables, rancios y muy pasados de moda.
¡No os soporto ni a vosotros, ni a los que os han mentido durante tanto tiempo!