Principal

Diario YA


 

Cuando el enemigo está en los palacios de la carretera de La Coruña y en la Carrera de San Jerónimo

Manuel Morillo. 9 de febrero.

Los españoles nos gastamos varios billones de pesetas en las Fuerzas Armadas, los Cuerpos de Seguridad del Estado, el CNI, el cuerpo diplomático, la participación en organismos militares internaciones, etc...

 
Este gasto, que constituye un gran sacrificio para el pueblo español, pues se paga con el dinero que se retrae de los bolsillos de los ciudadanos, y que no se gasta en Sanidad, Educación, carreteras, etc... se supone que sirve para guardar la seguridad del pueblo español y servir los intereses nacionales en la Política Exterior.
 
Empleamos gran cantidad de recurso económicos y arriesgamos la vida de ciudadanos españoles enviando soldados al exterior bajo órdenes extranjeras (Otan, Cascos Azules, etc...)
 
Toda la "política de defensa" y de "relaciones exteriores" se lleva a cabo bajo las órdenes de las Instituciones de la Nación, principalmente por el Gobierno (como por otra parte parecería razonable con una clase política normal que cumpliera con su deber) .
 
Pero los gobiernos de los últimos treinta años, a pesar de dramatizaciones teatrales (todos recordamos la campaña Otan no), han seguido la misma línea de sumisión a las "organizaciones de defensa occidentales" (que sin embargo no defienden los principios de la Civilización Occidental sino los intereses del "Nuevo Orden Mundial").
 
Este seguidismo y servilismo a intereses exteriores, en vez de a los españoles, este gasto de recursos económicos se supone que ha tenido como resultado permanecer en paz y salvaguardar las vidas y haciendas de los españoles de  hipotéticos enemigos exteriores.
 
Pero ello no ha evitado la muerte de millones de Españoles, el exilio interior de cientos de miles, la inseguridad de multitudes, la pobreza de millones de ellos, etc...
 
Y ¿de quién han sido víctimas?: 
 
De los actos de los sucesivos Gobiernos y de las  leyes impulsadas por los mismos, aprobadas por los  Parlamentos y ratificadas, todos ellos, sin excepción, por Juan Carlos I.
 
La suma de muertos que se han producido en todas las guerras en que ha participado España desde el siglo XV, y han sido muchas, contra enemigos exteriores no llegan, ni de cerca a las que le han producido su gobiernos en los últimos treinta años, con las leyes y actos administrativos favorables al aborto, la manipulación genética, la despenalización de la droga, el apoyo a los nacionalismos terroristas.
 
¿Le sirve a los niños asesinados en Madrid, en una clínica con convenio con la Comunidad de Madrid las tropas españolas en Afganistan bajo mandato ONU? 
 
¿Le sirve a un exiliado vasco en el Levante los fondos destinados al proyecto de Alianza de Civilizaciones? 
 
¿Le interesan a los habitantes de muchos barrios aterrorizados por la delincuencia el gasto que supone la participación de la "Fuerza de Acción Rápida" en la OTAN. ? 
 
¿Tiene utilidad para los pescadores o los habitantes de Ceuta y Melilla el gasto que supone el Ministerio de Exteriores en sus relaciones con Marruecos?
 
El problema es que el principal enemigo de España no es exterior, sino que lo componen los políticos del Sistema que tiranizan al pueblo Español al que desprecian.
 
Porque el enemigo exterior es peligroso porque el verdadero enemigo de España está en los palacios de la carretera de La Coruña y en la Carrera de San Jerónimo.
 

 Sabiendo que el Estado está ocupado por los enemigos de la Nación, la auténtica política de defensa en España está en la voluntad de los ciudadanos que todavía quieren ser libres, en organizarse para dar una alternativa a los españoles y desalojar de las instituciones representativas a los políticos de los partidos del Sistema, que usurpan el Gobierno y la Administración.  

Etiquetas:manuel morillo