Cuando lo políticamente correcto lo marca la izquierda y el resto debemos aceptarlo
Javier Garcia Isac. Los voceros de salón, los contertulios de manual, a lo suyo, a servir al partido político que les subvenciona y a ajustarse de manera milimétrica a los dictados de lo políticamente correcto. (No olvidar que lo políticamente correcto en este país, es lo que marca la Izquierda que, paradójicamente, es la menos legitima para decirnos que es lo correcto. Pero eso es lo de menos: la mayoría del arco parlamentario lo acepta y con eso basta. El resto, también debemos aceptarlo)
Políticamente correcto es, que los españoles nos dejemos insultar y robar y no tener derecho a contestar. Políticamente correcto es, aceptar y respetar a independentistas de muy distintos calado. Políticamente correcto es, el ser sumamente comprensivo con los criminales de ETA o GRAPO y sus motivaciones y, extremadamente cruel con sus víctimas. Políticamente correcto es, el premiar a asesinos y criminales como Carillo o la Pasionaria y olvidar a nuestros héroes. Políticamente correcto es, tergiversar nuestra historia y creernos una que jamás existió. Políticamente correcto es, defender tiranías y republicas bananeras de carácter marxista t atacar otros regímenes con los que ideológicamente no se coincide. Políticamente correcto es, ver con buenos ojos la ascensión de fuerzas populistas violentas y de extrema izquierda en España y, criticar otras opciones mayoritarias pero de distinto signo con nuestro entorno mas cercano europeo. Políticamente correcto es, que el PP apoye a comunistas, socialistas o independentistas ante la Ley de la “Mentira” Histórica. Políticamente correcto es, la aceptación de los resultados electorales por parte de la Izquierda siempre y cuando, estos les sean favorables. Políticamente correcto es, ensalzar al islam y criticar de manera constate, a la religión católica. Políticamente correcto es, pensar que todo inmigrante es bueno y viene a España a trabajar. Políticamente correcto es, no hablar de Gibraltar y del insulto continuado que supone para España. Políticamente correcto son, Rajoy y Zapatero. Políticamente correcto es, creernos las mentiras de la Transición y el buenísimo de Adolfo Suarez. Políticamente correcto es, llamar “facha” y fascista al que no piensa como tú, algo que debería ser suficiente para acabar con tu reputación. Políticamente correcto es, lo que tenemos ahora: nos hablan del fin de una crisis que ellos mismos generaron y que ha supuesto la muerte prematura de las clases medias. Políticamente correcto son, las sentencias desproporcionadas por delitos no de sangre y liberar a criminales y violadores. Políticamente correcto es, hablar de libertad de expresión con toda manifestación donde se ataque a España y a los españoles y, prohibir y deslegitimar toda aquella de signo contrario.
El español está muy harto de todo, o eso dice, pero sin embargo, acepta sin ambages ni dudas lo políticamente correcto y, en eso se equivoca.
Debemos revertir la situación. Lo políticamente correcto no es lo correcto. Forma parte del origen del mal. Forma parte del plan trazado para borrar nuestra propia identidad. Forma parte de la mentira en la que estamos viviendo hace ya muchos años.
No basta con quejarse. Seamos políticamente incorrectos.