Redacción Madrid. 1 de mayo. Irán no ha perdido en estos meses el dudoso honor de ser "el estado más activo en el patrocinio del terrorismo", según el informe anual del Departamento de Estado de Estados Unidos, en el que también aparece Cuba. Como el año pasado, EEUU coloca a Irán al frente de esta lista.
Las relaciones entre Washington y estos países, dos de sus tradicionales enemigos, parecían haber mejorado con la llegada de Barack Obama al poder, pero según este último informe, no avanzaron tanto como para sacarles de su lista negra de "naciones que promueven el terrorismo".
"La implicación de Irán en el apoyo financiero y de planificación en ataques terroristas a lo largo de Oriente Medio, Europa y Asia Central ha tenido un impacto directo en los esfuerzos internacionales por promover la paz", reza el documento elaborado por la oficina de Hillary Clinton.
En una grabación retransmitida directamente al pueblo iraní en marzo, el presidente estadounidense destacó que quería "nuevos comienzos" en su relación con Irán, pero a pesar de que la nueva administración estadounidense puede buscar mejores relaciones con Irán, le coloca (como el año pasado) al frente de esta lista, aunque la mayor amenaza contra el país y Occidente sea según el informe la red al-Qaeda.
En el caso de la isla, EE.UU. celebra que "Cuba no siga apoyando activamente la lucha armada en América Latina y otras partes del mundo". Sin embargo, el informe acusa al gobierno de Raúl Castro de ser "un refugio seguro" para miembros de grupos armados como ETA, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o el Ejército de Liberación Nacional (ELN) también de Colombia, considerados como "terroristas" por la administración estadounidense.
El mantenimiento de Cuba en la lista se produce semanas después de que Estados Unidos anunciara el fin de las restricciones de viajes y envíos de remesas de los cubano-estadounidenses, algo que fue calificado como "positivo" por Raúl Castro.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, contestó a este informe criticando a EE.UU. por tener en su Historia "un largo expediente de acciones de terrorismo de Estado no sólo contra Cuba".
"Nosotros no reconocemos ninguna autoridad política ni moral al gobierno de los Estados Unidos para hacer lista alguna en ningún tema ni para certificar buenas o malas conductas", dijo Rodríguez, quien añadió que "la posición de Cuba contra toda manifestación y forma del terrorismo donde quiera que se cometa, contra cualquier estado que se cometa, en cualquier forma que se realice, con cualquier propósito que se proclame es clara y consistente con su actuación".
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Manouchehr Mottaki, también contestó al informe apuntando que "Estados Unidos, con todo lo que ha hecho en las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo no tiene competencia para dar estas opiniones o acusaciones respecto a otros países".
En la lista negra de Estados Unidos figuran Irán, "el estado más activo en el patrocinio del terrorismo"; Cuba, por ser "un refugio seguro"; Sudán, porque "armas compradas en el país acaban en Hamas"; y Siria, por su "apoyo público a grupos terroristas".
A pesar de que el Departamento de Estado destaca un descenso en el número de atentados, una de sus preocupaciones es el avance de al-Qaeda en Afganistán y, sobre todo, en Pakistán.
Washington ya mostró su recelo por la posibilidad de que el gobierno paquistaní no sea capaz de contener al Talibán. El presidente Ali Zardari promovió a principios de mes una ley que permitió la instauración de la Sharia, o ley islámica, en el Valle de Swat, como parte de un acuerdo con el Talibán para acabar con la insurgencia en la zona. La secretaria de Estado de Barack Obama acusó por ello a Pakistán de "abdicar ante los extremistas".