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Diario YA


 

Entrevista con Victoria Martinengo, Directora Adjunta de AVSI Kenia

Cuerno de África: educación en medio de la emergencia

CESAL

Más de 10 millones de personas sufren en el Cuerno de África una de las crisis humanitarias más graves de las últimas décadas. La peor sequía en 60 años, los conflictos en la región y la enorme subida de los precios de los alimentos han provocado una durísima crisis alimentaria en Somalia, Etiopía, Yibuti y Kenia. AVSI, ong italiana socia internacional de CESAL, está trabajando sobre el terreno y, dado que CESAL no tiene proyectos en esa parte del mundo, queremos comprender la crisis y cómo se está abordando. Para ello, hemos realizado una entrevista a Victoria Martinengo, Directora Adjunta de AVSI Kenia.

¿Cuál es la situación actual en el cuerno de África?
La hambruna y la sequía continúan en las zonas del Cuerno de África, a pesar de que estas situaciones deberían mejorar a partir de este mes octubre gracias a las esperadas lluvias y a la incesante ayuda humanitaria que está llegando. En cuanto a la seguridad alimentaria en Etiopía y Somalia, otras dos regiones fuertemente afectadas, la situación de sequía persiste y las condiciones no mejoran. Como consecuencia, el coste del arroz y de los demás productos alimenticios está subiendo vertiginosamente, influyendo principalmente en la precariedad ya existente. Los distintos gobiernos están trabajando ya en una solución para frenar esta subida de precios.

El problema de la hambruna afecta ya a casi cuatro millones de personas en Kenia y el sector alimenticio está trabajando en estrecho contacto con el Gobierno. Hasta ahora sólo se ha podido ayudar a casi la mitad, dos millones de personas. Se ha asistido con comida, utensilios de cocina, sábanas, jabón, etc. Los niños malnutridos han recibido alimentos suplementarios y barritas proteínicas. Como consecuencia de la hambruna y la sequía nos encontramos muchas situaciones sanitarias de emergencia como niños afectados por poliomelitis, cólera, malaria o disentería causadas por agua contaminada y no potable.

La sequía también afecta a la educación ya que las escuelas tienen un alto número de alumnos (más de 50 por clase, para un solo profesor) todos en condiciones de hambre, con comedores donde la comida escasea o directamente no existe... Todo esto influye en los niños y los profesores, que recientemente han hecho una huelga pidiendo mayor atención. Respecto a esto, UNICEF con las ONGs presentes en el terreno se está movilizando para abastecer de material escolar, tiendas y comida. Además, se añade el hecho de que durante los momentos de precariedad y vulnerabilidad el número de abusos y relaciones sexuales forzadas han aumentado, ya que cada vez más familias se encuentran en condiciones desesperadas, y abandonan a sus hijos.

En Kenia, concretamente, la crisis, además de perjudicar a las regiones del norte del país (Turkana, Mandera y Wajir), se caracteriza por la afluencia masiva de refugiados somalíes que escapan de su país y llegan al campo de refugiados de Dadaab. Según datos del 20 de septiembre de 2011 hay 444.149 refugiados registrados, casi medio millón de personas concentradas. En el mes de agosto han llegado 37.015, algo menos que en julio, donde el máximo había llegado a 40.434. Debido a la gran afluencia de personas el Gobierno de Kenia se ha visto obligado a abrir dos nuevos campos: Kambioos y la Ifo Extension, que se unen a los campos ya existentes desde hace veinte años (Ifo, Hagadera, Dagahakey). En el nuevo campo de Kambioos, el trabajo y los traslados están parados por el momento, ya que varias irrupciones de las comunidades locales keniatas impedían el trabajo de las agencias humanitarias y eran causa de conflictos.

El elevado número de refugiados llegados recientemente ha influido negativamente en las condiciones de seguridad dentro y fuera de los campos, tanto para los mismos refugiados como para los trabajadores humanitarios. ACNUR, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, está trabajando con la policía local para aumentar los niveles de seguridad y posibilitar así el trabajo de las agencias humanitarias.

¿Por qué las sequías tienen un impacto tan fuerte en la región?
Kenia es un país que, a pesar de estar industrializado, es principalmente agrícola: la mayoría de sus habitantes viven de cosechas, que sin la lluvia se echan a perder. No teniendo alimentos primarios, como harina y azúcar, Kenia debe importar y esto significa un aumento del coste de la vida, ya precaria. En Kenia, sobre todo en el norte, donde la sequía ha causado muchos daños y víctimas, la población está muy afectada por el hambre; algunas tribus, como las de la zona del lago Turkana, son nómadas, otros son pastores, otros combatientes... no tienen nociones de comercio y viven de lo que ofrece el terreno. Y, como siempre, detrás de las situaciones de crisis está la especulación, que empeora situaciones que ya eran de por sí precarias.

¿Qué otros motivos contribuyen a esta situación?
La crisis alimentaria es debida a distintos factores, principalmente la falta de lluvias, que en algunos países como Somalia se alarga desde hace casi tres años. Además de esto hay que tener en cuenta que, en el caso específico de Somalia y, como consecuencia, de Kenia (en el campo de refugiados de Dadaab) lo que empuja a la población a escapar de Somalia no es sólo el hambre, sino también la situación de terror en la que viven, consecuencia de la guerra y el terrorismo. La sequía ha sido la gota que ha colmado el vaso porque, además de tener que protegerse de la milicia de Al shabab (milicia fundamentalista islámica vinculada a Al Qaeda que por ejemplo ha vetado a las organizaciones de ayuda humanitaria en el sur de Somalia), han perdido todos sus recursos agrícolas. De hecho, la mayoría de la población que ha llegado a Kenia en los últimos meses deriva de las zonas rurales de Somalia.

¿Qué hacía antes de la crisis AVSI en la región?
AVSI está presente en los campos de refugiados de Dadaab en Kenia desde 2009 con proyectos educativos. Allí hemos iniciado nuestra actividad con fondos provenientes de la Cooperación Italiana, gracias a los cuales hemos podido rehabilitar 171 colegios de educación primaria que hasta ese momento se sostenían con paredes de lata y techos inestables, transformándolas en bonitas escuelas de ladrillos, llenas de color y seguras. Además de esto, AVSI ha puesto en marcha un curso, en colaboración con una universidad keniata, la Mount Kenya University, de un año de duración para profesores de primaria. Se trata de profesores refugiados no cualificados que enseñan con los conocimientos aprendidos en la escuela secundaria. En el curso 2009/10, 171 profesores han obtenido el certificado para profesores de escuela primaria que les permite encontrar trabajo al volver a su país.

Gracias a esta pequeña pero decisiva intervención, en abril de 2010 AVSI se convirtió en socio ejecutor de ACNUR, gracias a cuyos fondos hemos podido rehabilitar 193 aulas de escuelas (todas las que había) y, en diciembre de 2011, otro grupo de cerca de 180 profesores recibirá el Certificado, tras haber terminado el curso. A su vez, AVSI ha puesto en marcha en mayo de 2011 otro proyecto educativo cofinanciado por la Cooperación Italiana y ACNUR para construir una escuela primaria (la primera con dos plantas, según las nuevas normativas de ACNUR, con cocina, oficinas, 24 clases y baños).

Hasta ahora AVSI se ha distinguido por su capacidad de trabajar bien y deprisa, obteniendo buenos resultados. Por ejemplo, por primera vez en la historia de los campos de refugiados en Kenia, una universidad ha entrado a trabajar en los campos (los profesores se quedan durante el fin de semana y cuando cierran las escuelas) mientras antes sólo unos pocos podían formarse en las universidades fuera de los campos. Desde 2010 AVSI ha incorporado una actividad extra a la formación universitaria, colaborando con el Centro de Formación Pernanente -PCE- de Uganda (que CESAL apoyó con el aporte de fondos de la cooperación española, concretamente de la Junta de Andalucía y el Gobierno Navarro), comenzando a dar seminarios sobre el libro Educar es un riesgo, de Luigi Giussani., que ha tenido una buena aceptación.

El trabajo de AVSI en Dadaab sigue adelante y, con la colaboración de la embajada americana estamos construyendo 3 bibliotecas para la comunidad y empezaremos la construcción de otras 24 aulas gracias a un proyecto aprobado por el BRPM (Bureau of Population, Refugees and Migration, del Departamento de Estado de los EEUU).

¿Cómo responde la Red AVSI a esta situación de crisis humanitaria?
Aunque la educación parece un aspecto secundario en los casos de emergencia, especialmente si es alimentaria, AVSI se ha implicado - animada por los mismos refugiados - en encontrar una solución a la emergencia educativa presente con la llegada de nuevos refugiados, porque considera que la educación es el único medio para un auténtico desarrollo humano y social. Durante el día, las niñas van a coger agua al pozo y los niños vagan por los campos, siendo vulnerables a peligros y abusos. Viviendo en campos apenas abiertos, no hay ningún tipo de estructura educativa o lugares seguros en los que estar. AVSI ha decidido intervenir construyendo 4 escuelas semi-permanentes (ya que es necesario construirlas deprisa) y, con el objetivo de mejorar cada vez más la calidad de la educación y tener profesores conscientes del propio trabajo, se impartirán seminarios educativos sobre Educar es un riesgo y valores de la persona a 60 profesores seleccionados que han participado en nuestros cursos precedentes. Además, un grupo de educadores seguirán a los profesores a la escuela diariamente, participarán en reuniones de clase, observando y luego ayudando a los profesores a impartir no sólo nociones teóricas, sino a aprender y utilizar un método educativo basado en la centralidad del alumno que tiene delante, en su valor como tal y a acompañarlo en su crecimiento humano. Para llevar a cabo este proyecto AVSI ha entrado en colaboración con UNICEF que, atraída por el trabajo realizado hasta ahora, ha pedido nuestra colaboración en la emergencia educativa.

¿Cuáles son los retos de de la cooperación internacional en la zona?
Los principales retos son, sin duda, la falta de recursos económicos que nos permitan ejecutar más proyectos y mejor equipados, recursos primarios como comida o tratamientos médicos, además de la prevención, especialmente entre los niños más pequeños, de enfermedades causadas por la falta de higiene. Además de esto, también hay que considerar el problema de la seguridad, ya que existe la posibilidad de que, además de personas desesperadas, también entren terroristas en el país; la tensión entre los refugiados y la comunidad keniata son altas, y todo ello repercute en el trabajo de las agencias humanitarias. El 25 de septiembre, personalidades de 60 países se han reunido para tratar las cuestiones del Cuerno de África y se ha subrayado que la emergencia continuará aún durante un largo periodo; no parece existir una solución clara, al menos no inminente, y son necesarios recursos, sobre todo económicos, además de una coordinación más incisiva y eficaz sobre el territorio.

¿Qué futuro y esperanza puede haber en esta parte del mundo?
Hablando con las víctimas de la situación, está claro que no han perdido la esperanza. El viaje, para muchos de varios días de duración, hacia Kenia u otros países, es su esperanza, una oportunidad para recomenzar, para reaccionar ante la desesperación. Quizás el verdadero problema no es siquiera el hambre, sino la conciencia de la propia existencia y las propias necesidades; esto es lo que debería brotar en las intervenciones, en las organizaciones... no se da esperanza simplemente asistiendo a quienes tienen menos recursos, sino estando con ellos, ofreciendo la posibilidad de salir adelante. Eso es lo que AVSI hace en Dadaab a través de la educación, muestra cómo el hambre no paraliza todo, sino que existe la posibilidad de recomenzar, descubrirse de nuevo a sí mismos y las propias necesidades. Si se mira la historia, África siempre ha sido víctima del hambre y la sequía - quizás nunca como este año - pero el pueblo africano es un pueblo fuerte, con gran conciencia e identidad, agradecido por lo que tiene. Durante los últimos 4 años, Kenia ha sido víctima de la violencia post-electoral y ahora de la sequía pero, como entonces, se ha remangado y ha seguido adelante sin perder la esperanza, con la certeza de que algo cambiará, y los primeros en cambiar y adquirir una mayor conciencia de sí mismos, serán ellos.

Para facilitar el apoyo a los proyectos de AVSI desde España, CESAL ha habilitado una cuenta corriente en la que se podrán hacer donativos. Todos los fondos se trasnferirán directamente a la oficina de AVSI en Kenya.

Banco: Santander.
Cuenta corriente: 0049 - 0001 - 56 - 2010058858.
Indicar EMERGENCIA ÁFRICA y nombre y apellidos de la persona que hace el donativo.