De Aliados y Enemigos: Gibraltar
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¡Ay del hombre solo! Cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. … Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Así se decía el Eclesiastés (Ec. 4: 9-12) en el siglo X antes de Cristo, hace 3.000 años.
Sin necesidad de recurrir a citas bíblicas, es de sentido común que la unión hace la fuerza y que la política internacional de cualquier nación, incluso de las más poderosas, debe apoyarse en aliados para resultar fortalecida.
Pero siendo lo anterior cierto, no es una verdad absoluta. El Eclesiastés dice también que “infinito es el número de los necios” (Ec. 1, 15) y que “lo que fue, eso será; lo que ya se hizo, eso es lo que se hará; no se hace nada nuevo bajo el sol” (Ec. 1:9).
Viene lo anterior a colación al contemplar los resultados de la política internacional de sistema de la restauración borbónica de Franco en relación con Gibraltar. Sobre la depauperización de la comarca del Campo de Gibraltar, por no decir de toda Andalucía, a extremos inconcebibles (Cádiz tiene el mayor índice de paro de España), a la vez que del resto de España (el paraíso fiscal llanito lastra nuestra economía y facilita enormemente el daño fiscal), El Peñón fomenta la corrupción política y privada a niveles importantísimos. A ello hay que añadir el riesgo que para nuestra seguridad tiene el que esté en manos ajenas, incluido el derivado del almacenamiento de armas NBQ.
Pero, a la vez, es fuente de infinitas afrentas a nuestra dignidad nacional.
Concretemos: ha pasado desapercibida por los medios de comunicación, es decir, se ha censurado ferozmente, la noticia de que la Unión Europea ha dado sus bendiciones a Inglaterra para que El Peñón siga destrozando nuestra economía y ecosistemas mediante el repostaje basura mediante gabarras gasolineras (bunckering), minando nuestra pesca mediante el vertido de bloques de hormigón que impiden la pesca con aparejos, y ampliando, también en aguas bajo protección LIC (Lugar de Interés Comunitario) y ZEC (Zona Marina de Especial Conservación), los vertidos de áridos en las zonas al Este denominadas Algarrobo/Salto del Lobo (Sandy-Beach) y Playa de los Catalanes (Eastside Project) para levantar emporios turísticos sobre la tumba de caladeros protegidos. Así se dispuso el 27 de julio pasado para mayor vergüenza de España y de esa reunión de mercaderes de escondidas obediencias que es la CE.
En puridad, hay que decir que así se explica la postura del Gobierno del PP, siempre plegado a lo sajón (quien verdaderamente manda en Europa), vendiendo áridos para esos vertidos, gasolina para esos repostajes y enviando a la Guardia Civil (¡y Salvamento Marítimo!) contra los que reflotaron uno de los bloques lanzados por los ingleses. Todo ello unido a la “gracia” del Ministerio de Exteriores repartiendo 160 millones de euros entre ONG,s variopintas (con predominio “arco iris=homosexuales/de-género/ aborto” y rojo=comunistoides) para "cooperación para el desarrollo"; y ello unido a nuestra injerencia en Ucrania y Siria, a la vez que se mira a otro lado en Iraq y resto de naciones donde se masacra a los cristianos con toda tranquilidad.
Con estos aliados, sean de una OTAN que no defiende Ceuta y Melilla, sean de una Comunidad Europea que se pasa por el forro sus propias normativas para favorecer al sajón, ¡bendito sea el aislamiento!
Ha llegado la hora de repudiar a estos “aliados” que se comportan, reiteradamente, como auténticos enemigos. Es una necesidad de importancia vital. Nos va en ello no solo la economía, la seguridad o la dignidad nacional; con esta CE y OTAN estamos avocados a la desaparición como nación.
Pero, volvamos al Eclesiastés, no es lo de ahora algo nuevo bajo el Sol. España fue invadida por su aliado Napoleón y “defendida” por una Inglaterra con las mismas tropas que tenía preparadas para arrebatarnos los Virreinatos Americanos. EE.UU., sin el que Gibraltar no sería hoy colonia inglesa, nos arrebató Cuba mediante la voladura del Maine y el concurso de la masonería internacional, especialmente la hispana de dependencia sajona. Los acuerdos OTAN y “constitución” Europea no son de ayer. Es decir, no hay aliados permanentes y, en cambio, sí parece haber enemigos persistentes y contumaces… con lo que confiar en ellos es engrosar el infinito número de los necios, por no decir traidores.
Y en esos traidores incluimos tanto los que nos han gobernado y nos gobiernan, los que nos sangran con sus defraudaciones a Hacienda, los del PP y del PSOE, e incluso los del SAT ese que iba a realizar con Cañamero, Gordillo y compañía una "Marcha Verde sobre Gibraltar" (contra los Paraísos Fiscales, la Banca, la Especulación) .... pero que tras una reunión en Sanlúcar con la CUP, Bildu, Podemos, etc, la flor y nata de los bolcheviques, independentistas andaluces y el lobby pro-llanito, y seguramente algún toque de orejas (o de libras) de Picardo, se ha convertido en una próxima manifestación contra la política española.
En definitiva, urge cambiar el régimen que nos desgobierna y las alianzas suicidas en que nos ha metido. Y, en este sentido, cada vez surge con mayor atractivo la opción rusa, tanto en los planos estratégicos, económicos (BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de mera moral pública.
Alborán