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Luis Berenguer, presidente de la CNC, tacha el argumento de “nacionalismo económico”

De la Vega invoca la españolidad de Repsol contra las intenciones de Lukoil

Redacción Madrid. 21 de noviembre.

El Gobierno desea que Repsol siga siendo "una empresa dirigida por españoles" con un plan industrial "positivo para los intereses estratégicos de la garantía de suministro". No obstante insiste en que tanto Repsol como sus accionistas son empresas privadas, por lo tanto, "con sus propios planes de negocio y necesidades". Esta férrea defensa de la españolidad de Repsol no es compartida desde la Comisión Nacional de la Competencia desde donde se rechazan los "nacionalismos económicos". En la Unión Europea también se insiste en la libertad de mercado y se asegura que la intervención se producirá solo si se atenta a la competencia europea.

   La vicepresidenta primera del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega lo ha querido dejar claro de nuevo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: "Repsol y sus accionistas Sacyr y La Caixa son empresa privadas y todas ellas tienen sus planes de negocio y sus necesidades".

   Según explicó la portavoz del Gobierno lo único que desea el Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero es la fortaleza económica de las empresas nacionales "por el bien de la economía española". En este punto mostró su deseo porque "Repsol siga siendo una empresa dirigida por españoles con un plan industrial que sea positivo para los intereses estratégicos de la garantía de suministro"

   La portavoz del Ejecutivo aseguró que el Gobierno "cumplirá con sus funciones" aunque rechazó las peticiones de intervención del Gobierno para prohibir o exigir posibles compras o ventas empresariales. "En ese caso nos estaríamos retrotrayendo a tiempos pasados, algo que no sería de ningún modo deseable", aseguró la vicepresidenta.

   RECHAZA EL NACIONALISMO ECONOMICO

   Para el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), Luis Berenguer, la españolidad de Repsol no debería ser algo inquebrantable. Berenguer afirmó hoy que, aunque parezca "insólito", no está a favor de las manifestaciones de "nacionalismo económico" que ha despertado la posible entrada de la rusa Lukoil en Repsol. "En un momento de globalización como el actual, tal vez (estas manifestaciones) estén en fuera de lugar", añadió.

   Berenguer, en declaraciones a Onda Cero señaló que no se encuentra ni a favor ni en contra de que Lukoil se haga con el 30% de la petrolera española y alegó que no puede pronunciarse al respecto sin conocer más datos y sin saber si finalmente el organismo que preside tendrá que pronunciarse sobre esta posible operación. "Puede resultar insólito, pero, en principio, sin conocer más datos, no puedo mostrarme de acuerdo con manifestaciones sobre nacionalismo económico", dijo.

   El presidente de la CNC aseguró que este tema debe enfocarse como una "cuestión privada", analizarse los mecanismos de control, ver si genera problemas de concentración y en función de eso, decidir al respecto. En cualquier caso, y en términos "hipotéticos", Berenguer dio a entender que como las empresas energéticas españolas no tienen sus propias fuentes de suministro y Lukoil sí, la entrada de ésta en Repsol podría tener efectos negativos sobre la competencia.

   "Si tuviéramos fuentes de suministro propias, a lo mejor el carácter estratégico (del sector energético) estaría más acentuado. En la medida en que no es así, es posible que pudiera tener efectos negativos al tratarse de una empresa que sí tiene sus propias fuentes de aprovisionamiento, mientras que las españolas tienen que recurrir a otros países", explicó.

   SECTORES ESTRATEGICOS

   También quiso destacar el carácter estratégico de la operación el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido quien afirmó que "cabe oponerse" a una eventual compra "si se considera que va contra las leyes establecidas en la UE, que permiten examinar con lupa operaciones en sectores estratégicos".

   En un desayuno informativo organizado por el Foro de la Nueva Economía, López Garrido recordó que este tipo de operaciones, que afectan a sectores estratégicos y "especialmente sensibles", como el de la energía, están "perfectamente" tipificadas en el derecho europeo y en el español. Si el movimiento de Lukoil "se plantease formalmente", añadió, habría que "mirar con lupa y a fondo" otras cuestiones, como la reciprocidad, esto es, si Repsol podría realizar la misma operación en Rusia.

   A este respecto al comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia aseguró que Lukoil debe recibir un trato "de igualdad" en sus negociaciones, del mismo modo que los inversores españoles deben ser tratados en otros países. Así pues, consideró que "es lógico que haya trato de igualdad para unos inversores y otros", si bien añadió que esta igualdad de trato debe garantizarse "no sólo en España", sino "también para los inversores españoles cuando van a otros países".

   Desde el Partido Popular, su secretaria general, María Dolores de Cospedal exigió hoy al Gobierno que garantice que "de ninguna manera" la petrolera Repsol va a quedar en manos de una empresa extracomunitaria como Lukoil, dado que a su juicio no se cumplen las condiciones de "reciprocidad mínima" al considerar Rusia un país en el que "la economía de mercado es ciertamente dudosa".

   En rueda de prensa hoy en la sede del PP, De Cospedal afirmó que una operación como la que se está planteando "en ningún país de la Unión Europea se admitiría", e insistió en que no puede permitirse que una empresa extracomunitaria controle un sector estratégico como el energético en España.

 

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