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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

y lavar el cerebro de la juventud con documentales manipulados

De los crímenes abortistas y las funciones reales

Miguel Massanet Bosch. Es evidente que, en ocasiones, el decir lo que a uno le parece sin someterse a lo que es políticamente correcto puede llegar a desagradar a determinadas personas o medios de comunicación que, por lo visto, no consideran a la libertad de expresión de los que colaboran con ellos como una virtud, sino más bien como algo molesto, intolerable y que es mejor evitar a toda costa, para no crearse problemas o indisponerse con aquellos que ostentan el poder o pretenden defender, a capa y espada, determinadas instituciones del país por muy rancias y oxidadas que parezcan estar. En cualquier caso, no voy a modificar mi línea de conducta y permaneceré fiel a mi costumbre de denunciar todo aquello que, a mi modesto criterio, me parezca mal, sea de derechas o izquierdas porque, en esta nación que parece estar abandonada de la mano de Dios, tanto unos como otros da la sensación de estar empeñados en conseguir acabar con ella.

Y, con la libertad que me da no depender de nadie; no estar sujeto a ningún tipo de contrato ni percibir retribución alguna por lo que se me publica, voy a seguir escribiendo a mi aire, mientras quede alguna publicación que considere que lo que escribo tiene algún sentido. Siguiendo esta trayectoria, no me queda más remedio que denunciar el cúmulo de boutades, insensateces, ripios políticos  e inconveniencias que, algunos de nuestros personajes más mediáticos, con más frecuencia que la que sería deseable, se permiten cometer. En este sentido, no puedo menos que referirme al señor portavoz adjunto del grupo Popular, Rafael Hernando que, por lo visto, desconoce o no se adapta a las raíces y principios de su partido, el PP, aquellos de los que ha venido haciendo gala desde su creación por el señor Fraga Iribarne. En una de sus declaraciones ha criticado el proyecto de ley de aborto que está preparando el señor Gallardón, nuestro ministro de Justicia, argumentando que  pretende ir más lejos, en sus reformas, de lo que fue la ley socialista anterior a 1.985 que, para él parece que la encuentra adecuado aunque ello suponga legalizar más de 100.000 abortos anuales..

No se si el señor Hernando está enterado o no del estado de ánimo de una gran mayoría de los afiliados y simpatizantes del PP. De aquellos que acudimos a las urnas pensando que un cambio de gobierno iba a rectificar las fechorías, no sólo económicas y financieras que habían llevado a cabo los socialistas; sus despilfarros y sus concesiones a los partidos soberanistas; sino también devolvería a España la decencia; la moralidad y la ética que tan vapuleadas habían salido, después de más de 7 años de gobiernos del PSOE. En concreto, leyes implantadas por el PSOE, tan controvertidas como fueron la del aborto y la de los matrimonios gays y el derecho a que adoptaran niños; incluidas, dentro de las que debían ser suprimidas, en programa electoral del PP; que se han ido retardando en el tiempo más de lo debido y que ahora, cuando parece que están en el calendario del señor ministro de Justicia, resulte que aparece uno de los altos cargos del PP, el señor Hernando, para a hacerles el caldo gordo a las izquierdas; intentando que la reforma quede descafeinada y, como ha sucedido en la anterior ley de los tres supuestos permitidos, resulte que lo único que se ha conseguido es que se sigan ejecutando más de cien mil fetos anuales con la aprobación de las leyes españolas mientras, el TC, que parece que no tiene prisa en pronunciarse, sigue evitando entrar en el tema.

Es posible que, el señor Hernando, particularmente, tenga opiniones sobre el aborto que no coincidan con el ideario del PP, pero lo que no es de recibo es que, públicamente, adopte una postura contraria a la que la gran mayoría de los militantes del PP vienen sosteniendo, una ley contra la cual se han manifestado abiertamente cientos de miles de españoles y que puede que sea una de las lacras mayores que está padeciendo la sociedad española. Si esta es la estrategia del partido para recuperar los votos perdidos; si piensan que concediendo a las izquierdas victorias como la de los matrimonios gays y la despenalización del aborto van a arrancar votos al PSOE, tengo la impresión de que van camino de la roca Tarpeya de la política, desde la que van a precipitarse al vacío electoral para consumar su fracaso.

Pero hay algo más que deseo comentar, aunque sea brevemente. No sé que le está ocurriendo a la TV1, que cada fin de semana está dando, al mediodía, un programa en apoyo de la monarquía española. Resulta que, este despliegue propagandístico, ha coincidido con ciertos problemas de la casa real que, como es natural, han devaluado gravemente el concepto que de la monarquía tenían muchos españoles. Es posible y entre dentro de la lógica que SM el Rey, sea legítimo su intento de congratularse con los españoles. Sin duda desearía recuperar parte de la fama que tuvo durante muchos años y, también podemos entender que haga de tripas corazón, dando a entender que está dispuesto a rectificar y emprender una nueva etapa a favor de España. Claro que, siempre que se mantenga en lo que son los cometidos que le asigna nuestra Constitución a la Monarquía; sin que esta euforia que parece que se le ha insuflado a consecuencia de las malas noticias que las encuestas le vienen proporcionando, no tenga la tentación de excederse en sus funciones interviniendo, ya sea directamente ya sea a través de don Felipe, en cuestiones que corresponden al Gobierno de la nación, a las Cámaras de Representación popular o a la Administración de Justicia.

No veo que, a la TV1, le corresponda lavar la cara de la Casa Real, así como tampoco nos parece bien que, en diversas cadenas autonómicas, se dediquen a lavar el cerebro de la juventud con documentales manipulados y, evidentemente, de procedencia comunista sobre los sucesos de la Guerra Civil española, vertiendo alabanzas, por supuesto injustificadas, manipuladas y tendenciosas sobre los “rojos”, en un intento de ocultar lo que fue la realidad de lo que ocurrió en aquellas fechas. Todo ello con fines sectarios y propagandísticos, propios de lo que siempre ha sido la propaganda filo comunista de quienes están intentando reproducir las condiciones y situaciones extremas que motivaron aquella contienda.

Lo que ahora precisa España es que el Gobierno cumpla con su deber de sacarla del apuro en el que está metida. Todos, pensemos lo que pensemos particularmente, tenemos la obligación de evitar que estas izquierdas extremas, estos corpúsculos incontrolados, estos grupos de progres que no hacen más que protestar, sin aportar soluciones o, si lo hacen, resultan inviables en un momento de la Historia en el que todas las naciones dependen una de otra y que, el pretender enfrentarse a todas ellas propugnando actitudes insostenibles y cambios irrealizables o políticas tercermundistas  lo único a lo que nos iban a conducir sería a ser expulsados del euro y de Europa. Claro que, esto no quita que determinadas veleidades del Gobierno no debieran ser rectificadas, tomando en cuenta las opiniones autorizadas de personas que han demostrado saber lo que se llevaban entre manos y que, ahora, parece que sus opiniones parecen incómodas para el Ejecutivo de Rajoy. La señora Esperanza Aguirre, el señor Mayor Oreja y de otros muchos valores del PP, que han sido apartados de las tareas directivas y que, sin embargo, han sido pilares esenciales en la estructura del PP:

Corremos el peligro de que, si tanto nos acostumbramos a incumplir las promesas electorales, justificándose en la herencia recibida; en lugar de aplicar las políticas liberales que tan necesarias son para la reactivación de nuestra economía, acabemos en un Estatalismo más propio de la izquierda que de las derechas. O esta es, señores, mi opinión.