Nieves Jiménez. El pasado día 17 de este mes el Ministro del Interior, en una entrevista que le hicieron en Telecinco sobre el debate de la prostitución contestó: que la degradación que supone la prostitución hace que pueda considerarse un oficio que “casi debería ser prohibido” añadiendo que “aunque es cierto que cada uno hace con su cuerpo lo que quiere; es un debate complejísimo, poliédrico”.

Por eso, es un tema que debe abordarse con “sosiego” y pensarlo “bien”.

A esta respuesta yo me pregunto ¿entonces por qué hace unos días leí en la prensa que un joven que se había arruinado y estaba desesperado quería suicidarse tirándose de un piso –no recuerdo que planta era-, afortunadamente no llegó a hacerlo ya que la policía fue alertada y pudieron cogerlo a tiempo. Sí cada cuál puede hacer con su cuerpo lo que quiera porque no lo dejaron tirarse? Que quede claro, yo no estoy de acuerdo con que este chico se suicide, ní mucho menos, pero volviendo a lo que dice el señor Rubalcaba, si “es cierto que cada uno hace con su cuerpo lo que quiere”…

La inmensa mayoría de mujeres que ejercen la prostitución son inmigrantes y no lo hacen “porque quieren”, sino que son “engañadas y esforzadas”, con el consiguiente problema que arrastra consigo como el tráfico de mujeres, tráfico de drogas, blanqueo de dinero, malos tratos, etc.

Don Alfredo ya que se ha pronunciado en cierto modo algo positivo sobre este desgraciado tema, siga adelante que como sabe usted mejor que yo, la prostitución en nuestro sistema de Derecho, es ilícita. No dejemos que se convierta en nuestros tiempos en una esclavitud moderna, en un acto de violencia contra las mujeres, en una ofensa a su dignidad y en una grave violación a los derechos fundamentales.

¿Y, sobre esto, que dice su compañera la Ministra de Igualdad? Aquí, sí que tiene trabajo la señora Aído y sería un buen acierto de su ministerio.