Deontología del CNI: Verdad, Ética y Seguridad Nacional
Daniel Ponce Alegre. Teólogo y Antropólogo. El pasado día 12 de octubre, hace ahora poco más de 2 meses, coincidiendo con el Día Nacional de España, Día de la Hispanidad y de la Virgen del Pilar, Patrona de la Guardia Civil, el Secretario de Estado Director del Centro Nacional de Inteligencia, D. Félix Sanz Roldán presentó el Documento: Código Ético del Centro Nacional de Inteligencia. Veamos algunos de esos principios que considera necesarios para el buen agente sea cual sea el lugar en el que sirva.
1. Espíritu de Profesión. Tomarse con seriedad desde el primer momento el trabajo que está realizando, teniendo presente para quién lo realiza, y lo peculiar de su servicio a la Nación, que no es como el servicio que desempeñan otros funcionarios de la Administración del Estado.
2. Principios de Actuación. Con espíritu de sacrificio y abnegación realizar su trabajo sea que se encuentren en Afganistán, Mali o Castellón pues sus sacrificios cobran sentido no por su capacidad, puesto, privilegios o poder sino por que están defendiendo lo más valioso que tenemos, nuestra vida y el contexto nacional en el que ésta se desarrolla, por encima de partidos y sistemas, el Reino de España.
3. Rectitud en el Cumplimiento del Deber. Darán prueba constante de aptitud en el servicio en el que se encuentran en concreto sin anhelar otros puestos de preferencia por diferentes motivos. Esta rectitud, como no puede ser de otra manera exigirá una moral clara y sólida, aunque parezca incompatible con la profesión del " espía ", pero es precisamente por su profesión que es más necesaria una moral clara sin ambigüedades ni anhelos económicos, sexuales, de poder y prestigio, sino contentos con su sueldo pues llevan una vida austera acorde con su profesión más próxima a la de la " militia Christi ", es decir entre el militar y el monje, que a la de James Bond, Carlos el Chacal, Paesa, Flórez y otros que han quedado en el anonimato público.
4. Deber de Reserva. Evitarán que su vida profesional trascienda a otros ámbitos y asumirán con abnegación las " injusticias " que creen que se les hacen sin buscar defenderse abiertamente sino siguiendo el procedimiento interno. De nuevo su vida se ve más próxima a la monacal.
5. Honradez. Los miembros del CNI se conducirán en todo momento de una manera digna, acorde por supuesto con el trabajo que desempeñan en concreto pero sin abusos, excesos y obscenidades innecesarias que manchen el buen nombre de la Institución a la que representan, incluso en los lugares más recónditos y escondidos.
6. Proporcionalidad. Se entiende como el uso ajustado de los recursos materiales y económicos, no sólo sin abusar de los métodos de escucha u obtención de información, sino haciendo el uso apropiado y necesario del dinero, para su actividad, y la formación necesaria y requerida, lo que requerirá, por supuesto, por parte del Gobierno la partida presupuestaria apropiada para el servicio de los agentes, y que éstos lo usen correctamente, aún teniendo cierto margen de discreción para con ellos mismos y para con sus colaboradores, de los que depende en una gran medida la información que obtienen los agentes.
7. Por último, llamo la atención a la Objetividad. Con ella el agente no se deja llevar por sus opiniones y preferencias, lo cual no significa que el agente deba de ser aséptico, sin valores ni principios, sino todo lo contrario, debe tener unos Valores muy fuertes, y basados en la Verdad de que por ejemplo no todas las opiniones valen, no todas las " civilizaciones " son aceptables, ni todas las religiones son verdaderas, pues hay falsas y muy dañinas, como lo muestra por ejemplo una de las amenazas mayores que tiene occidente, junto con la Ideología de Género y la deconstrucción social y humana, el islamismo yihadista y no yihadista, ellos tienen una sólida motivación, que exige a los agentes del CNI que también la tengan junto con Principios verdaderos, buenos, sanos y claros.
En definitiva, como dice un sacerdote del Opus Dei muy amigo mío: " toda actividad laboral honrada, buena y sana es santificable por nosotros aún más, y puede servir de lugar de apostolado y evangelización, y puede ser también un medio excelente de santificación de nuestra vida cristiana ". Este principio es aplicable a la actividad profesional en y para el CNI primando la Ética y la Verdad a la largo y en proyección.