La situación de la  Medicina en Orense podríamos calificarla en este momento de muy comprometida y preocupante. La mayoría de los que trabajamos en la Pública estamos sometidos a la reducción de nuestros sueldos. Circunstancia que no implica el que dejemos de cumplir con nuestras obligaciones con los pacientes. Hace poco estuvo aquí el Dr. Rodríguez Sandín, Presidente de la Unión Médica Colegial que lo corroboró diciendo “A pesar de estas contrariedades los profesionales de la Medicina van a seguir cumpliendo con sus deberes hacia los enfermos”. Los médicos necesitamos que el Estado revise un poco la valoración que nos tiene que, a pesar de ser alta, a nivel de sueldos deberíamos estar mejor valorados, es decir, mejor pagados. Entiendo que debido a la debilidad actual de la economía, este momento no es el más oportuno para plantearlo porque, como en otras profesiones, también somos los que vamos a pagar el pato. Otra cosa es que estemos o no  de acuerdo, reconociendo que hay otras profesiones que todavía cobran bastante menos que nosotros, pero no deja de ser doloroso que se tomen estas medidas sin que vengan acompañadas de otras de la misma naturaleza, como la de que paguen más aquellas personas que más cobran. Ya sabemos que no es este el mejor momento para plantearlo porque, según se está anunciando, vamos a tener todos unos años muy duros. En primer lugar para nuestros vecinos y pacientes y, en segundo lugar, para nuestros propios gestores, que van a tener que cuidar mucho su gestión. Me siento plenamente identificado con lo que acaba de declarar el Dr. Cabanas, un gran profesional que ha sugerido que debería hacerse algo para que socialmente nuestro colectivo esté mejor valorado. Mi opinión personal, como médico y trabajador, es que no me puedo permitir que me bajen el sueldo. Otra cuestión es si estoy o no de acuerdo con esta medida.

 

A pesar de todos estos planteamientos no somos muy pesimistas. Nos preocupan los ataques y acometidas que nuestra profesión está sufriendo a través de algunos medios de comunicación. Como que si se han dejado una gasa dentro del cuerpo de un paciente tras una operación, etc. etc. pero, en cambio, no hablan de otras cuestiones profesionalmente interesantes que muestran nuestra constante preocupación por el progreso de la medicina, como el caso del doble trasplante de piernas y tantos aspectos que pueden transmitir nuestro desvelo por la salud de los enfermos. Un gran profesional que tiene un reconocido prestigio en nuestra actividad, con toda la razón acaba de afirmar que los profesionales de la Medicina tienen  un gran concepto y responsabilidad en el cumplimiento de sus obligaciones, a pesar de las dificultades tan diversas con las que a diario se encuentran. Puede que la raíz de estos hechos resida en la existencia de un defecto organizativo porque entiendo que, por regla general, los españoles tienen un buen concepto de nuestro trabajo

Cuando esta anunciada Ley empiece a tener vigencia, creo sinceramente que algo si le va a afectar a nuestra profesión. Para que no llegue a tener consecuencias impredecibles, nuestro Colegio ha preconizado que el médico manifieste su objeción de conciencia. Con ello se evitará problemas. Lo que sí hay que procurar es que todos, empezando por el Estado, respeten la postura del médico y lo defienda. En este tema los médicos tenemos las cosas bastante claras.

 

Entiendo que los pacientes no solo están satisfechos sino que tienen un buen concepto de los médicos. Desde nuestro Colegio estamos preconizando practicar la Medicina que realizaba el Dr. Marañón, mantener un permanente diálogo con los pacientes. Esta impresión es buena y creo que la mayoría de los profesionales puede considerarse que están bien valorados.

 

Necesidad de realizar más inversiones en Medicina.

Desde luego que sí, debería hacerse más inversión en el capítulo de la Medicina, especialmente en lo que a la Medicina Preventiva se refiere.. La gestión Pública debería cambiar bastante. En primer lugar ya no vale la idea del “café para todos”. No es admisible. El funcionario público debería estar remunerado en función de lo que haya estudiado, de lo que investigue, de la responsabilidad que tenga o del trabajo que realice.

 

La segunda razón es como un pozo sin fondo. A todos los médicos, como a todo el mundo nos gustan tres cosas: el dinero porque somos trabajadores que lo necesitamos para poder vivir, los cargos y la tecnología. Esto último es muy importante para nosotros porque nos gusta tanto como un pirulí a los niños. Somos un colectivo líder en la utilización de nuevos métodos así como en la innovación y utilización de las últimas tecnologías; la cirugía robótica, el “Da Vinci”, la medicina informática, por citar solo algunas. Siempre estamos subidos al carro de lo último que se ofrece.

 

Evidentemente, que se mantenga una buena relación con los últimos adelantos tecnológicos es bueno, pero entendiendo que si se pide la adquisición de un aparato nuevo y el que lo tiene que autorizar no sabe o no comprende para que sirve, resulta absurdo utilizar este camino para conseguirlo porque difícilmente podemos llegar a un acuerdo. Claro que, en principio, voy a gastar más, pero hay que tener en cuenta que en la mayoría de los casos esta inversión nos va servir para ahorrar en otros aspectos.

 

Donde considero que debe invertirse más es en la medicina preventiva. La prevención en la Sanidad es una cuestión fundamental. Se debe invertir mucho en la prevención de la Sanidad y en el aprendizaje para una correcta utilización de la misma. Por regla general los españoles no somos buenos usuarios de la Medicina. Vamos demasiado a ver al médico porque tenemos una Sanidad muy cómoda y muy medicamentada, que en este aspecto vive muy bien. Y, claro, como ahora viene el “tío Paco” con las rebajas es una razón más para invertir en la prevención y en la información. Igual que a los niños, cuando desde pequeñitos les enseñamos que aprendan a prestarle la máxima atención a la circulación, hay que hacer saber al paciente lo que cuesta para que la valore y la aprecie más. En definitiva, a ser más consciente de ella.

 

Aparte de los problemas generales de tipo médico, el principal obstáculo que tenemos que afrontar ahora es el obligado recorte de los gastos generales que nos vemos obligados a hacer dada la actual situación económica por la   que casi todos los países están atravesando y nosotros no vamos a ser una excepción.

 

Tenemos un verdadero problema de inversión en relación con la calidad de la Medicina. Por nuestra parte esa calidad no va a disminuir, no se va a tocar, al menos yo espero que continúe siendo la misma.  Nos  va a resultar muy difícil el tener que empezar con nuevos protocolos. Por ello yo le pediría a la Administración Pública que nos escuche y nos haga caso en lo que justamente le planteemos. Para que un Gestor Médico pueda tomar una decisión acertada debe contar con un buen cuerpo médico a su lado. Muchos ya lo tienen, hay que reconocerlo. Orense concretamente es una provincia con mucha patología, debido al alto número de pacientes de avanzada edad que tenemos, ello conlleva un sobreesfuerzo dado que los ingresos de estas personas mayores son muy frecuentes. A pesar de este hecho nuestra patología la tenemos asegurada aún cuando lleve consigo la realización de un sobreesfuerzo.

 

Si, si estamos arropados por la Administración Pública, pero curiosamente y san saber por qué hay muchos colectivos que no nos quieren tener enfrenteen las mesas de negociación cuando nuestra presencia en ellas resulta imprescindible. Debe tenerse en cuenta que los médicos somos los principales defensores de la Sanidad en una sociedad como la nuestra. Creemos que debemos estar siempre presentes   en todas las negociaciones con la única idea de que  desde el principio las cuestiones que se traten caminen por la senda adecuada. Resulta absurdo que se nos pueda dejar fuera cuando tendríamos que estar en todo. Desde hace tiempo, sin saber por qué, tenemos una injusta fama de retrogradismo en la Medicina. Como ejemplo puedo indicar que en las mesas de nuestro Colegio se sientan habitualmente personas de todos los partidos y tendencias. Yo puedo tener mis propias ideas pero pensar siempre en el bien de nuestros Colegiados. El médico como persona ante la Administración o como empleado de una empresa privada o en su ciudad debe estar por encima de los partidos e, incluso, de las Administraciones porque lo que no debemos hacer es callarnos ante las informaciones que de vez en cuando aparecen en la prensa. Tenemos, debemos poder responder adecuadamente, estar siempre en la brecha para cumplir con la misión de defender nuestra actividad profesional.

 

Según nuestros últimos datos, el Colegio de Orense cuenta con un colectivo de 1.460 médicos colegiados.

 

Para ejercer la Medicina en nuestra provincia siempre ha sido necesaria la colegiación, a pesar de que algunos hayan alegado en su momento que no la sabía, o algo parecido. La nueva Ley Ómnibus ha dejado esta decisión al criterio de cada Autonomía. Hecho con el que no estamos de acuerdo.

 

Sin duda el amor a la profesión y a sus compañeros.

 

En nuestro caso, en el momento de las últimas elecciones  celebradas solo se formó una candidatura. Varios compañeros que coincidíamos en nuestras respectivas ideas nos unimos para formarla. Como no se presentó ninguna más, como es natural fuimos elegidos, lo que indica la plena confianza que tenían en nosotros y, hasta ahora, creo que no hemos defraudado a nadie.

 

La tenemos completamente abierto. Fue ese precisamente uno de los puntos que teníamos recogido en nuestro programa electoral. La constitución de un “Foro de Opinión” que funcionará sin ningún problema, de hecho ya  hemos tenido reuniones con representantes de partidos políticos. Deseamos ponerlo en marcha lo antes posible. Como solo llevamos un mes en el cargo, a pesar de desearlo, no nos ha dado tiempo todavía. Hemos llegado hace solo cuatro días. A través de él nuestro Colegio tendrá abierto un camino democrático para la presentación de todas las ideas  y proyectos que puedan surgir.

 

Sinceramente creo que si, que le aporta bastante y defiende todos sus intereses y en esa línea de trabajo estamos dispuestos a continuar.

 

 

Aparte del tradicional de la presencia física del colegiado ante las urnas admitimos el voto por correo, que controlamos de forma muy concreta para evitar posibles duplicidades o irregularidades.

 

De momento nos ceñimos a las puramente profesionales. Lo que sucede es que tenemos constituida una Fundación que desarrolla unos programas de ayuda a los médicos. Nuestra Academia médico-quirúrgica se encarga asimismo de la difusión de la cultura y la ciencia médica organizando ciclos de conferencias en los que invitamos a profesionales de prestigio  para que puedan transmitirnos sus experiencias.

 

El Colegio para todo lo que realiza se ciñe a los ingresos procedentes de las cuotas de los colegiados. Cuando se precisa una inversión especial para la puesta en marcha de determinadas actividades colaterales es la Fundación la que se encarga de recabar las ayudas puntuales necesarias.