Don Alvaro ¡Nunca dijo no!
Pepita Taboada Jaén. Tuve oportunidad de asistir a una conferencia sobre Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaria Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei, y cuyo proceso de Beatificación tendrá lugar el próximo día 27 de septiembre en Madrid.
Salvador Bernal fue el periodista que iba a desarrollar la citada conferencia, lo que animó, aún más, a muchas personas a estar presentes, llenándose totalmente el recinto donde se celebró.
Las anécdotas y recuerdos que conocía de D. Álvaro resultaron muy entrañables ya que muchos de ellos fueron vividos en primera persona y otros le fueron contados directamente por sus protagonistas. Los minutos transcurrieron con rapidez dando paso al final a la intervención de los asistentes.
Y aquí aproveché para hacerle una pregunta –no se si llamarla inoportuna- en relación a las que los demás formulaban, pero tenía curiosidad por conocer, si a la vista de su larga trayectoria al lado de S. Josemaria y D. Álvaro, hubiera podido conocer si había existido alguna ocasión de rebeldía por parte del próximo Beato.
Y le pregunté así: “San Josemaria decía que D. Álvaro era el hijo más fiel que tenía… ¿Sabe usted. si existió algún momento o circunstancia en que D. Álvaro dijera NO al Fundador, en tono de rebeldía?”
La respuesta fue más o menos, así: “Podría haber existido, no hubiera sido extraño que ocurriera, pero San Josemaria NUNCA MANIFESTÓ NI DE PALABRA NI POR ESCRITO ALGO SOBRE ESTE PARTICULAR. No podemos, por tanto, hacer comentarios…”
¡Qué lección tan ejemplar en una persona del calibre intelectual de D. Álvaro! Era doctor en Ingeniero de Caminos, Filosofía (Historia) y Derecho Canónico. Fue Consultor de diversos Organismos en la Santa Sede, y trabajó también en el Concilio Vaticano II en diversas Comisiones, y además, dotado de una gran capacidad de trabajo, supo sacar adelante las muchas responsabilidades que le encomendaron concerniente al gobierno del Opus Dei, sin hacer mención de lo que más tarde, al suceder al Fundador, llevó a cabo. Y si con ese nivel tan singular, nunca dijo NO al Fundador, ni siquiera en detalles y trabajos que quizás se podrían considerar fuera de su categoría, resulta realmente admirable.
Como ejemplo, transcribo algunas palabras de San Josemaria a un grupo de hijos suyos: “Querría que le imitarais en muchas cosas, pero sobre todo en la lealtad. En este montón de años de su vocación, se le han presentado muchas ocasiones -humanamente hablando- de enfadarse, de molestarse, de ser desleal; y ha tenido siempre una sonrisa y una fidelidad incomparables…”
Y en otro momento, con ocasión del cumpleaños de D. Álvaro, aprovechando que no estaba presente, San Josemaria hizo este comentario: “Tiene la fidelidad que debéis tener vosotros a toda hora, y ha sabido sacrificar todo lo suyo personal. Y si me preguntáis: ¿ha sido heroico alguna vez?, os responderé sí, muchas veces ha sido heroico, muchas; con un heroísmo que parece cosa ordinaria.”
Es un ejemplo más de cómo los grandes hombres, y en este caso Álvaro del Portillo, supieron conquistar la eternidad con la fidelidad radical a un SI.