Yolanda Menéndez
Acción Familiar

Dos de cada 3 mujeres piden reducción de jornada al convertirse en madres, según la encuesta realizada por el Movimiento Mundial de Madres Europa, de la que es responsable para España, desde 1995, Acción Familiar. A pesar de su deseo, sólo 1 de cada 3 lo consigue y el resto termina por renunciar al trabajo remunerado o continúa con la jornada completa, elegida inicialmente por un 10%.

Esta preferencia, que se prolonga durante toda la infancia de los hijos, pasa al 30% cuando éstos llegan a la adolescencia. Finalmente las madres manifiestan su deseo de volver a trabajar a jornada completa, en un porcentaje que alcanza el 70%, cuando los hijos cumplen la mayoría de edad.

Estos datos son algunas de las conclusiones del informe “Lo que las madres de Europa quieren”, que recoge los resultados de la encuesta realizada a más de 11.000 madres en 16 países europeos por la delegación europea del citado MMM. Esta ONG creada en el año 1947 representa a asociaciones de 40 países y a más de 60 millones de madres en todo el mundo. Cuenta con sedes en Bruselas, Nueva York y Paris, y el Estatus General Consultivo de la ONU.

Las madres, el 76% de las mujeres mayores de 18 en Europa, indican en este informe que las principales necesidades para las que demandan respuesta de sus gobiernos son:
Tiempo: mediante medidas que ayuden a mejorar el equilibrio entre vida laboral y familiar:

• Dando la prioridad al tiempo adjudicado a sus hijos (especialmente cuando viven todavía en la casa familiar).
• Proporcionando soluciones, como guarderías de empresa en el lugar de trabajo. 
• Flexibilizando los horarios laborales y en línea con los escolares y periodos de vacaciones.
• Ofreciendo más posibilidad de trabajo a tiempo parcial.
• Incentivando a las empresas favorables a la vida familiar.
• Aumentado la duración de la baja maternal.

Libertad de elección: que se valore y apoye el trabajo de las madres/padres que permanecen en casa al cuidado de sus hijos (a tiempo parcial o completo), mediante subvenciones y opciones económicamente viables, incluida la asistencia externa o familiar.

Reconocimiento: valoración de la importancia del trabajo en el hogar que con la crianza, atención y educación proporcionan los padres y que prepara el futuro de nuestras sociedades. Así mismo reconocer a las familias como recurso y fuente de cohesión.

En este sentido, las madres expresan su frustración por no ser consideradas por la sociedad como un grupo específico distinto de las mujeres en general, con responsabilidades y necesidades diferentes, ni ser tenidas en cuenta por los dirigentes, en políticas que les afectan sustancialmente, así como a sus familias y con gran repercusión social.