Redacción Madrid. 14 de octubre. Los incendios que asolan el norte de Los Angeles, en Estados Unidos, se han cobrado ya dos vidas, la de un indigente encontrado muerto bajo un puente de una autopista y la de un conductor que perdió el control de su vehículo y se salió de la vía a causa de la escasa visibilidad provocada por el humo.

   Además, las llamas iniciadas el domingo y repetidas principalmente en dos focos han destruido alrededor de una treintena de caravanas y amenazan a varios centenares de viviendas. Más de un millar de personas han abandonado sus hogares ante el temor de que éstos puedan ser alcanzados por el fuego, que ya ha devastado al menos 2.500 hectáreas.

   El jefe de Bomberos del condado de Los Angeles, Michael Freeman, reconoció que se trata de una situación "muy peligrosa". No obstante, al menos un millar de efectivos trabajan en las tareas de extinción, respaldados por helicópteros y aviones que sobrevuelan periódicamente los lugares afectados.

   El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró el estado de emergencia por los dos fuegos más graves, que han devuelto a la zona las imágenes dejadas por las llamas en octubre del año pasado, cuando murieron 12 personas y otras 500.000 tuvieron que abandonar sus viviendas.

   Ahora, las escenas se repiten, con carreteras cortadas y centenares de personas en alerta. "No pude llevarme nada conmigo, salvo un poco de ropa", explicó una de las evacuadas, Rita Yates, de 69 años. Otra de las afectadas, Glenn Bell, de 50 años, tuvo que abandonar el lunes su caravana porque las llamas literalmente la rodeaban. "Vi los cipreses que había a la derecha de nuestra casa en llamas", contó a los periodistas.