Paula Gordon Gimeno. Se ha producido la explosión de varias bombas en El Cairo, capital de Egipto, produciendo la muerte de dos personas, una de ellas un General de la Policía. Dos bombas, junto a la Universidad de El Cairo, se han cobrado la vida del oficial de la Policía y han herido a otros cinco agentes que custodiaban las instalaciones, según ha informado el Ministerio del Interior.

Poco después, una tercera explosión se ha cobrado la vida de otra persona, según fuentes de seguridad. Además, la Policía ha encontrado una cuarta bomba en la zona, próxima al zoo de Giza. Se trata de un nuevo ataque contra las fuerzas de seguridad egipcias que ha sido reivindicado por un grupo que se hace llamar Ajnad Misr (Soldados de Egipto). Esta organización ha señalado como objetivo a las fuerzas de seguridad, a las que considera responsables de asesinatos masivos, en aparente alusión a la muerte de islamistas. Los atentados contra las fuerzas de seguridad se han convertido en algo cada vez más corriente en Egipto desde el golpe militar que derrocó al islamista Mohamed Mursi en julio de 2013

. El Gobierno ha confirmado que el número de muertos por este tipo de ataques asciende a 500, en su mayoría soldados y policías. Los atentados parecen estar incrementándose a medida que se acercan las elecciones presidenciales que tendrán lugar los días 26 y 27 de mayo, en las que se prevee que Abdelfatá al Sisi salga vencedor, “el general que derrocó a Mursi y que la semana pasada abandonó las filas del Ejército para poder presentarse a los comicios”. El portavoz de la Presidencia, Ahmed al Muslimani, se ha pronunciado al respecto: "Los grupos terroristas quieren que las universidades egipcias sean conocidas por el caos y el derramamiento de sangre en lugar de por la modernidad y la civilización". Una comisión de seguridad de alto nivel ha explicado que el jueves el Gobierno estudiará un nuevo paquete legislativo para combatir el terrorismo.