Redacción Londres. Desde hace dos meses, Ecuador ha dado asilo político a Julián Assange, fundador de Wikileaks, en su embajada en Londres. Esta decisión ha crispado un tanto las relaciones entre ambos países. El canciller ecuatoriano Ricardo Patiño, ha declarado que su país teme que la vida de Assange pueda correr peligro si se le extraditara a Suecia o a Estados Unidos. Suecia busca a Assange para que enfrente un juicio por delitos sexuales y Estados Unidos lo mismo, aunque por diferentes razones, que fueron las que hicieron famoso al ex pirata informático australiano, que sacudió el mundo en el 2010 al publicar en su sitio cientos de cables secretos del país norteamericano sobre asuntos sensibles alrededor del mundo. Mientras, Assange sueña con un salvoconducto para llegar a Quito (Ecuador).
Patiño considera que lograr que el fundador de Wikileaks llegue a Ecuador es apresurado, “Es imposible pensar siquiera una fecha para que esto suceda, porque lo que tendríamos que lograr es el salvoconducto correspondiente" confirmó el canciller a los periodistas en Quito.
Parece ser que Assange teme que, tras su llegada a Suecia, sea después nuevamente extraditado a Estados Unidos, donde teme por su vida después de sacar a la luz la fría visión de Washington sobre personajes y conflictos de muchos países. En el mejor de los casos, revelan fuentes del país sudamericano, “tendría un juicio realizado por tribunales especiales con un trato cruel o degradante”. El destino de Assange en Estados Unidos, según lo ven en Ecuador, sería la pena de muerte o la cadena perpetua.
Por lo tanto, para Ecuador, su decisión de ofrecer asilo diplomático político a Assange, se ve justificada en ofrecerle seguridad personal, dado que no tiene garantías personales si es enviado a Suecia o a Estados Unidos. Sin embargo, esta presunción ya ha sido tajantemente rechazada por el canciller sueco, Carl Bildt.
Mientras tanto, en las puertas de la embajada de Ecuador en Londres, varios de los seguidores de Assange, -símbolo contra los poderosos-, anunciaron la decisión del país sudamericano por medio de un altavoz, con aplausos y gritos de apoyo al australiano, mientras mostraban sus carteles de "no a la extradición".
Aunque Gran Bretaña ha advertido que el asilo político para Assange no cambia nada, según ha confirmado a los medios internacionales un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores británico, todavía no se sabe si está pensando en revocar el estatus diplomático de la embajada ecuatoriana para arrestarlo. "Dar asilo no cambia fundamentalmente nada", dijo el portavoz, quien agregó que Gran Bretaña se ve en la obligación legal de extraditar a Assange a Suecia donde es buscado para comparecer por cargos de violación.
Sin embargo, para Ecuador esto sería considerado un acto intolerable, pensamiento reforzado por algunos ex diplomáticos: "Si vivimos en un mundo en el que los gobiernos pueden arbitrariamente revocar la inmunidad y entrar a las embajadas, entonces la vida de nuestros diplomáticos y su capacidad para realizar sus tareas en lugares como Moscú, donde yo estuve, o en Corea del Norte, sería casi imposible", señaló el ex embajador británico en Moscú, Tony Brenton.
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