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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

Editorial

Lo que le faltaba a Mariano Rajoy para completar el que será un gran annus horribilis, es otro escándalo como el de las Cortes valencianas, que ha puesto de manifiesto en el ámbito nacional –y no nos olvidemos, también en el internacional- la existencia de personajes populares poco honestos. El presidente del gobierno tendrá que ser contundente y limpiar su partido si quiere ganar en credibilidad y en tranquilidad, todo hay que decirlo. Y tomar decisiones antes de ser engullido por la sucesión de corruptelas como Bankia, el Banco de Valencia, el caso Gürtel, Brugal y Dívar, el escándalo de la Ministra de Trabajo...

Rajoy está a medio paso de convertirse en Ali Babá, ya que, con solo los 11 diputados del Parlamento valenciano y todos los que vamos sumando, muy pronto llegará a sus 40 ladrones, si no son más. Igual que en el PSOE. Es corta, en realidad la distancia que separa los dos partidos predominantes en España y ello nos induce a replantearnos si no hay más opciones políticas que nos ilusionen antes de que los españoles perdamos el rumbo –y la cabeza- definitivamente.
 
Los ciudadanos nos sentimos exhaustos. Los aumentos de impuestos y el recorte de prestaciones no pueden admitirse sin antes haber agotado otras reformas de calado por los verdaderos responsables de esta debacle. Tenemos una casta política corrupta que no asume responsabilidades, y unas instituciones que se ven degradadas por la pérdida de la ética y la moralidad de unos políticos que, en lugar de estar al servicio de los ciudadanos, son incapaces de ver la dinámica de perversión en la que están envueltos. Su visión de “todos lo hacen” sirve de autojustificación para la propia conducta, como si eso redimiera culpa. La corrupción en sus ámbitos políticos, institucionales y bancarios ha provocado una enorme deuda. Sin embargo, se desfavorece primero a los más débiles, cuando deberían ser los más corruptos y los más irresponsables quienes se vieran despojados de sus lujos y prebendas.
 
Hay que aplicar inmediatamente las reformas y ganarse la credibilidad de los mercados, de los socios de la UE y de la zona euro. Teniendo en cuenta que lo más importante es controlar de facto el gasto público. En este sentido, tal vez nuestro presidente del gobierno precise de un cambio de actitud y deba replantearse la negativa que en su momento ofreció al planteamiento de Esperanza Aguirre sobre la necesaria renovación estructural del Estado de las CCAA, y suprimir el inviable modelo autonómico existente en nuestro país, que supone un verdadero lastre para la recuperación española. No sería un caso único, Italia ya se ha replanteado la viabilidad del estado autonómico. Este modelo empobrece nuestra nación con un sistema compuesto por 17 mini estados y un complicadísimo entramado de normativas y legislación que ha acabado con la propia esencia de España como nación y que no podemos permitirnos desde un punto de vista económico. 
 
¿Para que sirve obtener la mayoría absoluta si no se utiliza? El PP no cumple nada de lo que dijo en su programa electoral y no adopta con valentía las medidas contundentes que realmente ayudarían a España. Ya puede aprovechar ahora, ya que dudosamente volverá a tener otra mayoría absoluta en la próxima legislatura, dado el desánimo de sus votantes por unas decisiones siempre encaminadas al plano económico y nunca al moral y ético. Parece que en la cabeza de nuestro Presidente del Gobierno simplemente no existe la anunciada reforma de la ley del aborto que además nunca llega, ya que probablemente nadie le diga que la economía es importante pero que no solo de pan vive el hombre. Existen los valores y la vida es el valor supremo. Alguien debería decírselo, y él mismo debería ver que cada día hay más gente que se baja del barco del PP.