Lamentamos acertar cuando anticipamos malas noticias, pero estaba cantado que la banda asesina ETA iba a inyectar su odio en la sociedad española como forma de revolverse contra el zarpazo que la Justicia ha dado esta semana a su estructura política. Los dos atentados propagandísticos de las últimas horas confirman que los pistoleros tienen aún capacidad de respuesta, y que si quieren matar van a matar.

Los llamamos así, atentados propagandísticos, no porque queramos aminoran su gravedad o crueldad, sino porque es evidente que lo único que las ratas de ETA pretenden con ellos es decir "aquí estamos", en ese pulso permanente que el Estado Español les está permitiendo echar a todos los ciudadanos de bien desde hace varias décadas, con la ayuda de los distintos gobiernos débiles y acomplejados que en la democracia han sido.

Después de las bombas, los destrozos y el terror, viene siempre ese discurso ñoño que a nadie entusiasma ya: la apelación a la democracia y al Estado de Derecho, porque a estas alturas apelar a la Justicia es casi una utopía. La resignación como forma de estar, la debilidad por norma, la presunta dignidad democrática que no es otra cosa que una incapacidad manifiesta para acabar con un problema que desangra las esperanzas de un pueblo.

Mientras, el PNV, ese partido cuyo ex presidente Arzallus decía hace unos días que a los miembros de ANV y el PCTV les queda todavía "seguir luchando" por sus intereses (que son los mismos que los de ETA, y los mismos que los de todo el separatismo vasco), va por Europa hablando de "respeto a los derechos democráticos del pueblo vasco". Los derechos que pisotea, humilla, destroza y ensangrienta a diario la banda de matones más despreciable que ha habido nunca en el Viejo Continente. Pero de eso no se queja Ibarreche en Europa.

Sobre las negras conciencias de los dirigentes vascos de las últimas tres décadas recae la situación de absoluta falta de libertades que existe en Vascongadas, donde se persigue y asesina a ciudadanos inocentes por sus ideas. Curioso concepto el que tienen algunos de lo que es la "democracia" y de lo que son los "derechos". Por suerte, las instituciones europeas sabrán poner a cada cual en su sitio.

Lunes, 22 de Septiembre de 2008.