Diario YA comienza estos días una serie de entrevistas con las que celebramos, de manera muy particular, la Fiesta Nacional que es el Día de la Hispanidad, el próximo domingo 12 de Octubre.
Como dijimos en el acto de presentación del diario, hace pocos días, este proyecto católico de comunicación, que ha renacido por la Gracia de Dios y por el impulso amistoso que seguro nos está dando el Cardenal Herrera desde el cielo, se ha propuesto tocar temas a los que la mayoría de los medios de comunicación españoles han renunciado, bien por pereza, bien por desidia, bien por no perjudicar sus intereses económicos o de poder.
Diario YA no tiene intereses de poder, y los económicos no se ven perjudicados por el hecho de hacer de nuestra independencia un ejercicio continuado. Por eso, vamos a seguir abordando el problema del aborto (gracias a nuestros miles de lectores por respaldar con sus votos la campaña que iniciamos ayer, y que tenemos destacada en uno de nuestros bloques informativos), de la eutanasia, del acoso permanente a la familia tradicional por parte de la izquierda, y por supuesto de la unidad de España y sus amenazas.
Hoy presentamos la primera parte de una larga y muy interesante entrevista con el prestigioso historiador Luis Suárez Fernández. Una mente privilegiada, una lucidez espectacular, una serena inteligencia que, a sus 84 años, es capaz de ir relacionando los millones de datos que administra su cerebro sobre los hechos pasados, que no otra cosa es la Historia. Una entrevista que, leída con atención, ayuda a curar los efectos no deseados de planes educativos lamentables, y es un antídoto muy eficaz contra la manipulación.
Quien quiera leer, que lea. Pero las palabras de Suárez son claras como el agua. El historiador deja claro que el separatismo vasco nunca tuvo nada que se pareciese ni de lejos a una nación, y que por tanto sus pretensiones soberanistas son una completa tontería. También habla del origen de España, que él sitúa con precisión en el año 418, tras la caída del Imperio Romano; mucho antes, pues, de lo que comentan otros intelectuales especializados en la Historia de España.
Nuestro personaje relaciona España y el catolicismo, desmonta el mito de la legitimidad democrática de la izquierda, explica las circunstancias del alzamiento militar del 18 de Julio de 1936, se ríe de la Leyenda Negra fabricada por ingleses y holandeses, canta las excelencias de los Reyes Católicos y afirma con rotundidad que las mayorías nunca han tenido razón. Y todo, con la serenidad que da la ciencia y la fortaleza que otorgan al espíritu ocho décadas y media de seguimiento incondicional al de Nazaret.
Las conclusiones las deben extraer los públicos. Suárez alerta del penoso desconocimiento de la Historia de España que tienen muchos miles de ciudadanos, en especial los jóvenes. Un pueblo que da la espalda a la realidad de su Historia no puede, aunque quiera, analizar correctamente el ambiente social y político que le ha tocado vivir, y en consecuencia es presa fácil de los poderes fácticos. El saber, alimentado por la Fe, es siempre la mejor medicina contra los incesantes intentos de manipulación de la opinión pública que promueve la clase dirigente. Abramos los ojos siempre a la Historia.
Viernes, 10 de Octubre de 2008.