Editorial: "Crónica blanca"
Crónica Blanca es una asociación de periodistas católicos que se reúne cada cierto tiempo bajo la sabia batuta de Manolo Bru. En esas reuniones, normalmente cenas, se lleva a un invitado que es noticia por alguna razón, y se produce un encuentro, un debate al calor de nuestra fe común salpicado con la gracia que, en mayor o menor medida, suele tener siempre quien ejerce este oficio de contador de cosas.
La de anoche fue una velada realmente especial. Mario Iceta, obispo auxiliar de Bilbao, y Jesús Sanz, obispo de Huesca-Jaca, dieron una lección magistral absolutamente improvisada, nacida de sus corazones y de sus lúcidas mentes, rebosante de frescura, de hermandad, de amor a los demás y de serena inteligencia. Entre los dos, hicieron un diagnóstico social absolutamente espléndido, además de apasionante.
Y la reflexión que nace también espontáneamente después de haber asistido a tan inesperada demostración de talento es que la Iglesia alberga a muchos hombres de mérito, personas que son capaces con su testimonio, con su palabra, con esa unión inigualable de razón y de fe, de conquistar nuevas almas para el camino de la Verdad. Seres ciertamente admirables que, en la mayoría de los casos, permanecen casi en el anonimato sin que la sociedad pueda recibir el impacto salvador de su palabra.
De las mayores crisis salen habitualmente la luz y la esperanza. Hoy, cuando más perseguida está la Iglesia, cuando más acosados y ridiculizados somos los católicos, es cuando Dios sabrá realizar mejor su poda para que caiga la hojarasca y se mantenga la rama fuerte y llena de vida. No hemos de temer, porque mientras los sucesores de los apóstoles sean capaces de llevar el mensaje de Cristo como los obispos Iceta y Sanz, los católicos podemos estar seguros de que la sociedad de mañana será mejor que ésta.
Es una magnífica noticia que Martínez Camino haya sido reelegido hace unos días como secretario general de la Conferencia Episcopal. Es siempre una gran noticia que se reúna la Asamblea Plenaria, y en ella se discuta todo aquello que debe inquietar y preocupar a la curia. Pero sin duda, la mejor noticia es que dentro de la Iglesia hay hombres que pueden, con su enorme brillantez personal y su inmensa calidad humana, conseguir un mundo mejor para todos.
Viernes, 28 de noviembre de 2008.