Fotografía de España, diciembre de 2008: el día 3, por la mañana, el alcalde socialista de Getafe, Pedro Castro, a la sazón Presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (por fino, seguramente), dice que hay que ser un “tonto de los cojones” (perdón a los lectores) para votar a la derecha. Le faltó añadir que hay que ser Premio Nobel de Medicina para votar a Pepiño, y le hubiera quedado todo más redondo.

Horas después, ETA mata a balazos a un empresario de 70 años de edad que estaba participando, con su entidad, en la construcción de una infraestructura pensada para hacer más fácil la vida a los ciudadanos de Vascongadas, el llamado AVE vasco. Los terroristas vuelven a matar, y demuestran que no quieren trenes, aviones, ni nada que signifique civilización: lo suyo, como decía Unamuno, son las vacas y la berza.

Aún un poco después, el presidente de Vascongadas, Señor Ibarreche, afirma que es lamentable que ETA intente liberar al pueblo vasco “matando a uno de sus hijos”. De lo cual se deduce que, de haber sido el finado hijo de Cáceres, de Albacete o de La Coruña, el crimen seguiría siendo crimen, pero…, menos. Es decir, crimen sí…, pero no tan grave. Lo tremendo, tremendo es que hayan matado a “un hijo de Euskadi”.

Y a un día tan lamentable le faltaba un final penoso: Fraga dijo en un programa televisivo que él se sentía con su hoja de servicios muy limpia, en alusión a su etapa como ministro del franquismo, e hizo amago de recordar a Carrillo lo que ocurrió en Paracuellos. Pero en vez de abordar el tema con la valentía que la ocasión exigía, se dejó amilanar por el célebre comunista, quien le espetó un “si quiere usted, hablamos”.

Un alcalde y presidente de la FEMP que llama “tontos de los cojones” a quienes no le votan; una banda mafiosa que asesina cuando quiere y donde quiere, chantajeando a todo un Estado democrático; un presidente regional que valora la gravedad de un atentado en función del sitio donde haya nacido la víctima; y dos políticos septuagenarios que no quieren hacer memoria…, porque no les conviene. España 2008.

Jueves, 4 de diciembre de 2008.