Editorial: "Inmadurez política"
La verdad es que muchas veces la política del día a día, en España, da mucha vergüenza ajena. Pero muchísima. Sujetos que andan siempre con su traje a medida, su coche oficial, su maletín de piel...Esa mirada que se gastan a medio camino entre el perdonavidas clásico y la estrella de Hollywood; esos andares, esa tontería...Y a la hora de la verdad, cuando tienen que abordar un asunto de cierta enjundia, se comportan como lo haría un crío de seis años. O de menos.
Decimos esto a propósito del lío que se traen "populares" y "upenistas" tras la crisis provocada por la decisión de Miguel Sanz de que su grupo se abstuviese en el debate de Presupuestos. Después de haber aireado el uno las vergüenzas del otro, en un comportamiento que ya causa bochorno en las parejas de novios mal avenidas, han sido incapaces de alcanzar un acuerdo que les hiciese remontar sus, al parecer, "insignificantes" diferencias. Pues menos mal que eran insignificantes...
Los políticos españoles no solamente se esfuerzan en repartir a los ciudadanos carnés de demócrata (el documento más preciado en la España de Zapatero), también acostumbran a dar lecciones de moral y a solemnizar estupideces, como por ejemplo que "hay que dialogar". Y ellos, que al parecer nos darían sopas con honda en eso de "dialogar", luego no son capaces de solucionar una mínima disputa a través precisamente de la palabra. No se entiende.
Y al final, como los cónyuges que discuten por una nimiedad pero por soberbia no quieren pedir perdón al otro, Rajoy ha ido por un lado y Sanz por el contrario. La consecuencia es que el PP tendrá identidad propia en Navarra en las próximas elecciones, y que por supuesto los que se van a beneficiar de esa situación serán los separatistas y los socialistas (valga la redundancia). Ni UPN ganará en las urnas, ni el PP tendrá más presencia de la que pueda tener en Vascongadas.
Es decir, que por un "quítame allá esas pajas" los dos partidos que deberían representar los intereses de los ciudadanos navarros que quieren ser españoles antes que navarros (o sea, los navarros decentes, que son muchísimos) por un malentendido, por orgullo, por soberbia o por pura ignorancia e inmadurez política van a conseguir darle el próximo triunfo electoral en Navarra a los enemigos de España. ¡Pues estamos bien!
Domingo, 2 de Noviembre de 2008.