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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

Editorial: "La ministra Chacón"

Posiblemente sea la palabra "esperpéntico" la que mejor define la situación de la Defensa en nuestro país. Y no por casualidad, precisamente, ni por causas ajenas a la voluntad de quienes tienen el timón de España en sus manos, todo lo contrario. Lo que este PSOE de Zapatero quería, cuando se propuso llegar a La Moncloa, era justamente eso: debilitar, ridiculizar y reducir a su mínima expresión a las Fuerzas Armadas españolas.

Ya el nombramiento de Carmen Chacón para el puesto de ministra del ramo fue una noticia que movía a la risa, como poco. Una señora que se define públicamente como "pacifista", y que lo hace patente en su primera comparecencia como responsable del departamento, sólo podía ser ministra de Defensa si lo que se pretendía era cargarse el ministerio. Es como poner a un notable antisemita al frente de una organización para la salvaguarda de la cultura judía.

Pero no sólo eso: Zapatero no eligió cualquier momento para nombrar a Chacón máxima responsable de las Fuerzas Armadas, no. Hizo el nombramiento cuando la buena señora estaba embarazada, cosa que celebramos casi tanto como su posterior y feliz alumbramiento. Pero lo que se buscaba era la foto, que se produjo sin tardanza, de una mujer en estado de buena esperanza pasando revista a las tropas, y diciendo aquello de "¡Firmes!" Todo un cromo.

Mientras se engordan ministerios inútiles con cantidades obscenas de dinero, mientras se alimentan las ansias separatistas vascas y catalanas con presupuestos extraordinarios y no muy justificados, mientras se promueve lo minoritario, lo anecdótico, lo políticamente correcto..., se deja sin medios lo verdaderamente importante: nuestras tropas en el extranjero se ven sorprendidas y atacadas fundamentalmente porque carecen de la infraestructura necesaria para poder defenderse con garantías. Esa es la realidad.

Y ahora, cuando llegan a España los cadáveres de nuestros compatriotas, esos dos soldados que estaban en la otra punta del planeta defendiendo los colores de nuestra bandera (que es tanto como decir a todos y cada uno de nosotros) corren los politicuchos a aparecer en las fotos, a dar el pésame con cara de gravedad y a regresar corriendo al despacho oficial a seguir haciendo exactamente lo mismo que el día anterior. Una verdadera vergüenza.

Martes, 11 de noviembre de 2008.

Etiquetas:editorial