A propósito del excelente libro que recomendamos a todos nuestros lectores, y que acaba de publicar Aquilino Polaino, y de la entrevista que ha tenido la gentileza de concedernos en el día de hoy, es necesario hacer algunas reflexiones para poner en su sitio estos anuncios grandilocuentes de volver a inventar el capitalismo y de reeditar "Bretton Woods".

De entrada, parece extraño la previsión de "refundar" el capitalismo, puesto que lo ya existente no es posible volver a hacerlo existir. Y no creemos que Sarkozy (que sí es bastante intrépido cuando quiere) esté por la labor de arrinconar el liberalismo económico para ir a "otra cosa" aún por definir. Más bien, digamos que se han creado unas expectativas enormes para intentar recuperar la confianza en la economía mundial, y lograr así que se detengan los movimientos que ahora mismo están produciendo una enorme crisis global.

¿Confianza? Sí, confianza. De eso habla el doctor Polaino en su última obra, de recuperar la confianza. Pero no en los mercados, ni en los ministros de economía, ni siquiera en todos los que pontifican sobre cómo lograr que engorden las vacas flacas. No, no. Confianza en el ser humano, en el otro. Para salir de la crisis (que antes que económica, es una crisis transcultural, una enorme crisis existencial del conjunto de la Humanidad) es preciso recuperar la confianza en el prójimo.

¿Por qué? Porque en el prójimo está Dios. Amar al otro, a los demás, es amar a Dios, y el mundo está despellejándose a sí mismo porque le ha dado la espalda al Creador que no es otra cosa que dar la espalda a nuestro vecino, a nuestro compañero de trabajo, a nuestro primo, a nuestro padre, a nuestro hermano...Nos hemos emborrachado de egoísmo, y ahora nos damos cuenta de que no somos capaces de subsistir en esta angustiosa y desesperante soledad vital.

¿Quién ha empezado a construir el nuevo camino de la confianza en el otro? Como siempre, la Iglesia. En sus sermones de los domingos, efectivamente, y también con obras: Cáritas Española está dando comidas, cenas y duchas gratis a cualquier ser humano con hambre, frío o sed que lo necesita. Completamente gratis, como siempre ha hecho. En un nuevo ejemplo de que sólo el amor al otro genera corrientes afectivas que neutralizan el infame poder del Mal.

Está ocurriendo al lado de nuestras casas...Sólo hay que abrir los ojos para verlo.

Martes, 28 de Octubre de 2008.