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Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

Editorial: Los periodistas "estrella"

Ahora que tanto se habla de importantes y conocidísimos periodistas que se van o se quedan de ciertos medios de comunicación, es importante dejar claras algunas cosas:

1) Un periodista, por mucho que haya engordado su ego, no es más importante que un carnicero, un recolector de verduras o un portero de discoteca. Y, quien se lo crea, se equivoca.

2) Un periodista es un profesional cuya principal obligación debe ser informar a la sociedad de lo que ocurre en el mundo, y ayudar a configurar la opinión pública con análisis desinteresados y alejados de cualquier interés personal. Lo demás, en principio, no le interesa a nadie o a casi nadie.

3) Es grave para la profesión periodística, y debería ser motivo serio de discusión entre nosotros, que algunos comunicadores decidan que el micrófono por el que hablan es de su propiedad, y no de la empresa que les paga. Esa "apropiación indebida" es un fraude a los públicos que perjudica a los buenos periodistas y pudre la democracia.

4) Que un periodista se vaya o se quede en un medio de comunicación carece de la más mínima importancia. Exagerar la influencia de ciertos comunicadores no beneficia en nada al periodismo, en nada a las empresas periodísticas y en muy poco al conjunto de la sociedad.

5) Los empresarios dedicados al negocio de la información deberían ser más conscientes del valor que tienen los trabajadores de sus empresas, y no sólo las estrellas que mueven los grandes contratos publicitarios. Mejor les iría a ellos, a los verdaderos profesionales y, sobre todo, a los públicos.

6) La línea editorial de una empresa se defiende con coherencia, honestidad y rectitud en la exposición sin complejos de aquello en que se cree. Y diciendo siempre la verdad.

Miércoles, 22 de abril de 2009.

 

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