Aunque ya sabemos la fiabilidad que suelen tener los sondeos electorales (en España es del 100%, porque siempre fallan), no deja de sorprender que los resultados ofrecidos por la empresa Gallup, de reconocido prestigio, ofrezca una tan clara victoria del candidato demócrata, Barack Obama, en el primer debate televisado de la precampaña para los comicios presidenciales norteamericanos. Ignoramos si una de las claves de esa rotunda victoria consistió en nombrar a Rodríguez Zapatero.
Y es que, por primera vez en la historia electoral de los Estados Unidos, en un debate en televisión los candidatos hacen referencia a un presidente del gobierno español. Fue Obama quien nombró a ZP para reprochar a McCain que no haya querido entrevistarse con el Jefe del Ejecutivo español. Perdió una ocasión de oro, el candidato republicano, para haber respondido a Obama que uno no está obligado a entrevistarse con quien tuvo el incalificable gesto de no levantarse ante el paso de la bandera de las barras y las estrellas.
El caso es que, en lugar de haberle dado mala suerte (que hubiera sido lo lógico), al candidato afroamericano le vino de perlas hablar de Zapatero, para luego derivar hacia la economía y la política exterior. Porque, cómo no, había que hablar de Irak (en esto también se parece a nuestro presidente). Salvo que allí, en Estados Unidos, la cosa de la defensa de la patria no está estigmatizada por una progresía decadente, sino que es un asunto muy serio al que todo el mundo se refiere con un mínimo de respeto.
McCain, que es un viejo lobo de guerra y que en asuntos bélicos no necesita las manidas soflamas de los “pacifistas”, pronunció una de las frases de la noche: "Gracias al general Petraeus estamos ganando la guerra en Irak y volveremos a casa al igual que en muchos casos, victoriosos y no derrotados". "Si sufrimos una derrota en Irak, cosa que es probable que pase si sacamos nuestras tropas del país, eso tendrá consecuencias negativas en Afganistán, y al parecer, el senador (Obama) no entiende que ambas cuestiones van unidas". Sencillamente, incontestable.
Mientras, Bush anunciaba que el Congreso norteamericano dará finalmente (a pesar de las muchas dificultades derivadas de la falta de acuerdo entre republicanos y demócratas) el visto bueno al plan de rescate de la economía por valor de 700.000 millones de dólares, aunque parece que finalmente el coste final de dicho plan será sensiblemente inferior. Al final, después de muchos insultos y descalificaciones groseras, el actual presidente va a salir de la Casa Blanca por la puerta grande.
Domingo, 28 de Septiembre de 2008.