La, en principio, buenísima noticia de la ilegalización del PCTV (el partido de las “nekanes”) puede leerse con inocencia y buen talante cívico, o con la desconfianza que solemos traer de serie los periodistas.
La información, contemplada sin más, refleja la contundencia de nada menos que el Tribunal Supremo al establecer que el llamado “entorno de ETA” (el político, porque también está el “callejero”) forma parte del entramado delincuencial de la banda mafiosa, y que, por tanto, no puede estar amparado por el Estado de Derecho. La “lectura b” de la noticia nos lleva a preguntarnos: ¿puede el Gobierno decidir cuándo el TS debe actuar en un sentido o en otro? La respuesta no la conocemos.
Lo que parece evidente es que las relaciones del PSOE con los nacionalistas vascos se han enfriado mucho en los últimos meses, la ruptura de las negociaciones (o sea, de la claudicación del Estado Español ante unos miserables asesinos) pareció afectar más al Ejecutivo que a los matones, y ahora mismo no parece que ZP tenga la menor intención de seguir alentando el “diálogo”. Digamos que su preocupación principal, ahora, es la economía, que puede costarle un serio disgusto. A él, y sobre todo a los demás.
Otra cosa que provoca verdadero estupor es el discurso del mundo proetarra cuando se produce una noticia como la que ayer protagonizó el alto tribunal. Un discurso que habla de los miles de ciudadanos que se van a quedar sin partido al que votar, lo cual, sin duda, es “un atentado a la democracia, a los derechos y a las libertades”. Es decir, que en algunos lugares de España hay personas que se han creído que unos asesinos pueden realmente representar en las instituciones a la gente normal, y que no pase nada.
Conociendo un poco la trayectoria criminal y despiadada de los matones del hacha y la serpiente, mucho nos tememos que ETA intentará responder con sangre a este nuevo mazazo judicial. Ya lo intentó hace unos días en Vascongadas poniendo una bomba en los bajos del coche de un policía nacional, y el lunes con un extraño (y, por suerte, frustrado) intento de secuestro en Alcobendas. Dios quiera que hoy no tengamos que lamentar ningún éxito de esta verdadera gentuza.
Viernes, 19 de Septiembre de 2008.