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Diario YA


 

Editorial: "Un coñazo de aúpa"

Efectivamente, pudo ser un lapsus. El que tiene boca se equivoca, dice el sabio refranero. Rajoy pudo tener un error, los micrófonos los carga el diablo y los periodistas son muy mala gente. De acuerdo, concedido. Se acepta la rectificación y todos tan contentos. Pero lo que uno se pregunta es: si no lo pensaba, ¿por qué lo dijo? Un señor al que le encanta el fútbol no le dirá jamás a un amigo suyo por teléfono: “Manolo, que me voy mañana a vez el coñazo ese del Madrid-Barça”. Por poner un ejemplo, vamos.

Más bien será que, como al otro lado del aparato estaba el siempre ambiguo, escurridizo y liberal andaluz que lleva equis años perdiendo invariablemente todas las elecciones autonómicas de su región, había que hacer un chascarrillo…, cómo decir…, “progre”. Porque lo “carca” es que a uno le gusten los desfiles militares y que se le pongan los pelos de punta al escuchar el himno y ver ondear la bandera rojigualda. Lo “progre”, en cambio”, es decir que los desfiles son un coñazo de aúpa.
 
No es casual. En el Congreso de Valencia se decidió casi por unanimidad poner fin a esa etapa de oposición bronca, “hiperagresiva”, “ultramegarradical” que caracterizó (eso dicen) la primera legislatura de Rajoy como líder del PP. Había que borrar toda posibilidad de que el partido con sede en la calle Génova pareciese un partido de derechas. El objetivo, antes insinuado y ya abiertamente declarado, es hacer oposición desde el centro reformista y liberal. ¿Y la derecha?, preguntará usted. “Por favor, amigo…, la derecha no tiene derecho a existir”.
 
Por eso los desfiles militares en el Día de la Hispanidad son un soberano coñazo (donde esté un vermut con pincho de tortilla que se quiten esas zarandajas de la carcundia franquista), la ley actual del aborto que permite que se asesine a 100.000 niños no nacidos todos los años no sólo no es mala sino que “debe cumplirse a rajatabla”, y en cuanto a las bodas homosexuales, pues…, no estoy a favor ni en contra, pero podría estarlo si no pensara lo contrario de lo que pienso. Que por algo soy gallego.
 
Y mientras, miles de votantes potenciales del PP haciéndose cruces y preguntándose a diario dónde está ahora mismo su partido, si en las Batuecas, en el limbo o en el éter. Miles de españoles que seguramente acudieron ayer al desfile con su bandera y su ilusión, y que al regresar a casa pensarían: “¿Pero cómo puede pensar mi líder que esto es un coñazo?” Porque el problema no es que haya un micrófono abierto a mala leche y un montón de grabadoras en “rec”; el problema es que seguramente dijo lo que pensaba.

Lunes, 13 de Octubre de 2008.

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