Tres agentes de la Guardia Civil pagaron ayer (por suerte, sólo con algunos rasguños) las consecuencias de una pésima gestión, por parte de los gobiernos de Marruecos y España (por ese orden), del problema de la inmigración ilegal. Esto, por más que pasen los años, cambia poco: son unos modestos funcionarios los que se ven apaleados, apedreados y amenazados por la incompetencia, la desidia y la falta de aptitud política de los gobernantes correspondientes.

África se levanta. Es decir, se viene levantando desde hace tiempo, pero ya ha llegado un momento en el que el “continente negro” se rebela contra la evidente injusticia de que haya una mitad del planeta nadando en la abundancia y la otra mitad buscando raíces para malcomer. A los europeos nos ha durado mucho la tranquilidad, quizá demasiado; es el momento de prepararnos para lo peor.

Porque, en el fondo, son ellos quienes tienen razón. Nos referimos, por supuesto, a los seres humanos que pasan hambre, no a las mafias que los manejan y lanzan a la muerte. Con la mitad de la bolsa de basura que genera un hogar en Europa, cada día, se podría alimentar una familia africana durante una semana. El hombre necesita muy poco para sobrevivir, poquísimo…Pero sigue habiendo hombres y mujeres que se mueren de hambre muy pocos kilómetros al sur de Ceuta y Melilla.

Y sí, naturalmente, “nosotros no tenemos la culpa”. Por eso hay que hacer leyes que se cumplan, y establecer mecanismos de seguridad que funcionen, y que los políticos se hagan responsables de todo ello. De lo contrario, seguirá habiendo cientos de africanos, todos los días, intentando saltar la valla que conduce al pan y al futuro, aunque tengan que dejarse la piel en el camino. No nos quepa la menor duda.

A ninguno nos hace gracia la idea de convivir con gente sin papeles que viene a amenazar nuestro bienestar. Pero seamos conscientes todos (sobre todo, los católicos, porque “la verdad nos hará libres”) de que durante muchas décadas hemos participado de un sistema mundial que ha sojuzgado y oprimido un extremo del planeta para que a otros les llegase más oxígeno. Eso siempre produce funestas consecuencias.

Lunes, 3 de Noviembre de 2008.