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Diario YA


 

el que piense por su cuenta y no se pliegue al cambio en la naturaleza de las cosas es tachado

Educación sexual obligatoria

Fernando Ferrín Calamita. Vivimos una época en la que los padres de familia no nos podemos callar ante los atropellos por parte del aparato estatal. Los mandatarios de la cosa pública, que en teoría deben servir a los ciudadanos y a la sociedad, se convierten en mandantes, y se meten hasta en el lecho conyugal. Nos dicen lo que debemos cenar en Navidad, nos faltan al respeto e insultan nuestra inteligencia casi a diario, queriéndonos hacer creer que lo blanco es negro y lo negro blanco. Y el que piense por su cuenta y no se pliegue al cambio en la naturaleza de las cosas es tachado.
 
Nos dicen que el embrión, hasta una determinada semana de la gestación, es un ser vivo, pero no un ser humano. Al crimen del ser humano más indefenso se le llama IVE. A la píldora abortiva se le llama PDD, y el Ministerio de Sanidad (¡¡¡qué cruel paradoja¡¡¡), publica un folleto falso que se puede recoger en las farmacias que se prestan a la venta de tal "medicamento". Nos venden el sexo seguro, sin riesgos, sin responsabilidades. Y se dice que hay que dar mayores garantías jurídicas a la mujer gestante, para que pueda ejercitar su "derecho" a poner fin a un embarazo no deseado. En lugar de ser muy austeros en el gasto público y ayudar a las mujeres embarazadas a sacar adelante sus embarazos, se les dan toda clase de facilidades para el aborto. El hombre, mientras tanto, desaparecido en combate. Utliliza a la mujer como si fuera una cosa, para su placer, y luego se desentiende de sus responsabilidades. Que la mujer asuma sola las consecuencias, que ha podido abortar y no lo hace. Ello por si fallan la píldora, el preservativo u otros medios que "aseguran" el placer sin  riesgos. Cultura de la muerte. Cultura de la irresponsabilidad. Luego nos extrañamos de tanta violencia "de género". Machismo puro.
 
Y ahora sale la ministra de Sanidad (Ministerio que por cierto debería desaparecer, pues todas sus competencias están tranferidas a las autonomías) y dice que va a imponer en todos los colegios la educación sexual obligatoria a partir de los 11 años. Pues bien, Sra. Jiménez: ¡a mis seis hijas no¡ La educación es tarea de los padres, y el Estado cumple un papel subsidiario. Lo dicen los Tratados y Convenios internacionales suscritos por España y que, sobre el papel al menos, deben Vdes. respetar. En lugar de ello, quieren sustituir a los padres y adoctrinar a nuestros hijos, en valores o principios y ahora en sexualidad. ¡Basta ya¡