Egipto asegura que Israel "responde positivamente" a la petición de alto el fuego
Redacción Madrid. 17 de enero.
El Gobierno israelí decidirá hoy si establece un alto el fuego unilateral en la Franja de Gaza, lo que significa que Israel pondría fin a su operación militar sin llegar a un acuerdo con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y que buscaría el apoyo de Estados Unidos y de Egipto para luchar contra la introducción ilegal de armas en Gaza por parte de los milicianos palestinos.
Entretanto, la división entre los países árabes en relación con el conflicto se hace cada vez más palpable, y dos de ellos --Qatar y Mauritania-- suspendieron sus relaciones con Israel.
Las fuentes consultadas por el diario 'Haaretz' que informaron de la reunión del Ejecutivo israelí destacaron también que ha habido avances en las conversaciones entre Israel y Egipto para alcanzar un acuerdo con el fin de impedir el contrabando de armas en las fronteras de la Franja.
El pacto requeriría una combinación de medidas tecnológicas para luchar contra esta actividad en la frontera con Egipto, operaciones contra los traficantes en la ciudad gazací de Rafá (donde hay un paso fronterizo) y la colaboración de expertos internacionales para encontrar los túneles excavados para introducir el armamento, precisaron las fuentes. Además, instaría a Israel y a Egipto a cooperar, sin la interferencia de Hamás, en cuestiones relacionadas con la Franja de Gaza en las que comparten intereses.
Tanto Egipto como Israel quieren que Abbas y sus fuerzas retomen el control de los pasos fronterizos. Además, Tel Aviv, que se niega a hablar directamente con Hamás, desea que la Autoridad Palestina restablezca su presencia en la Franja, que el Movimiento de Resistencia Islámica controla desde junio de 2007.
El próximo domingo podría celebrarse una reunión en la que tampoco se contaría con Hamás. El Cairo estaría planeando un encuentro entre el primer ministro israelí, Ehud Olmert; el presidente egipcio, Hosni Mubarak; y el presidente palestino, Mahmud Abbas para que firmen un acuerdo que apuntale la propuesta egipcia de alto el fuego, según dijeron fuentes oficiales occidentales que precisaron que probablemente incluirá medidas de seguridad para las fronteras de Gaza con Egipto e Israel.
Por otra parte, una delegación de Hamás y un enviado israelí llegaron ayer a la capital de Egipto para dialogar con las autoridades de este país sobre la propuesta de alto el fuego.
ACUERDO ENTRE EEUU E ISRAEL
La lucha contra el tráfico ilegal de armas con destino a Gaza fue también el tema central del acuerdo firmado ayer en Washington por la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y la ministra de Asuntos Exteriores israelí, Tzipi Livni. El texto contempla compartir información, asistencia técnica y el uso de varios "recursos" estadounidenses para impedir que las armas lleguen a Hamás por tierra, mar o aire.
Livni señaló que "para que un cese de hostilidades sea duradero, debe finalizar el tráfico de armas hacia Gaza", y su homóloga estadounidense se manifestó en el mismo sentido. "Junto con los pasos que nosotros y otros miembros de la comunidad internacional podemos dar, contribuirá a un alto el fuego duradero", consideró Rice.
ROMPER LOS LAZOS CON ISRAEL
Hamás, Siria e Irán instaron a las naciones árabes y musulmanes a suspender sus relaciones con Israel en protesta por la ofensiva militar, y sus palabras no cayeron en saco roto, ya que Qatar y Mauritania tomaron esta decisión.
El líder de Hamás en el exilio, Jaled Meshaal, pidió a los dirigentes de los países árabes reunidos en Doha, capital de Qatar, en una cumbre extraordinaria con motivo de la crisis de la Franja de Gaza que corten sus lazos con Israel en protesta por su ofensiva militar.
Asimismo, Meshaal anunció que no aceptará las condiciones impuestas por Israel para establecer un alto el fuego en Gaza y aseguró que la resistencia armada no ha sido derrotada y continuará hasta que Tel Aviv ponga fin a su ofensiva.
En la misma reunión, el presidente de Siria, Bashar al Assad, declaró que la iniciativa de paz árabe para Oriente Próximo está "muerta" y pidió a los países árabes que cierren sus embajadas en Israel y pongan fin a "todas" sus relaciones directas e indirectas con este Estado. Fue el mismo llamamiento que hizo el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, quien además solicitó a los Estados musulmanes que suspendan sus relaciones con Estados Unidos.
Poco después se conoció la decisión de Mauritania y Qatar, dos de los pocos países árabes que mantenían relaciones bilaterales con Israel. Un portavoz del ministro de Asuntos Exteriores mauritano, Mohamed Mahmud Uld Mohamedu, fue el responsable de anunciar el cambio de postura de su país. Nuakchot había sufrido un importante empeoramiento en sus relaciones con Tel Aviv durante los últimos tiempos, y la semana pasada llamó a consultas a su embajador en Jerusalén en protesta por las operaciones militares en la Franja.
Por su parte, Qatar pidió a Israel que cierre su oficina comercial en Doha y retire a todo su personal en los próximos días. No obstante, el primer ministro, Sheij Hamad bin Jasim al Thani, declaró que la sede podrá abrirse una vez haya mejorado la situación.
Sin llegar al nivel de Qatar y Mauritania, Turquía se enfrentó a Israel al afirmar que este país debe ser expulsado de la ONU mientras ignore la resolución aprobada el pasado 8 de enero por el Consejo de Seguridad que pedía un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza.
"¿Cómo se permite a este país, que no aplica las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, entrar por las puertas de Naciones Unidas?", se preguntó el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan.
DIVISIÓN EN EL MUNDO ÁRABE
La cumbre de Qatar fue boicoteada por Egipto, Arabia Saudí, Marruecos, Túnez, Jordania y la Autoridad Palestina (al parecer, en protesta por la presencia de Hamás) y contó con la participación de Hamás, Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, así como de Ahmadineyad; Al Assad; el presidente de Líbano, Michel Suleiman; y uno de los vicepresidentes de Irak, Tariq al Hashimi.
Por otro lado, Arabia Saudí convocó una cumbre de los países árabes del Golfo para este viernes, mientras que El Cairo y Riad abogaron por hablar del tema de Gaza en un encuentro de carácter económico en Kuwait que ya estaba fijado para el próximo lunes.
Ante la incapacidad de los países árabes para ponerse de acuerdo, lo cual refleja las divisiones existentes, el presidente de la Liga Árabe, Amr Musa, dijo que "la situación árabe ha sido muy caótica", algo que consideró "lamentable".
Por un lado está el bando de Egipto, Arabia Saudí y sus aliados; por otro, Siria y Qatar, entre otros. Estos dos últimos están más próximos a Hamás, mientras que Egipto ha sido acusado de colaborar con Israel al negarse a abrir la frontera con la Franja, ayudando así a aplicar el bloqueo israelí.
Pese a estas diferencias, los ministros árabes de Asuntos Exteriores redactaron el borrador de una serie de resoluciones sobre la creación de un fondo de 2.000 millones de dólares para reconstruir Gaza, una petición de apoyo para la Autoridad Palestina y el respaldo del papel mediador de Egipto para conseguir un alto el fuego.
Ajena a las discusiones políticas, la población de Gaza sigue sufriendo las consecuencias del conflicto armado, que hoy se cobró la vida de 48 palestinos, elevando el balance de muertos a 1.169 desde el pasado 27 de diciembre (entre ellos, 370 niños y 85 mujeres) y a más de 5.015 heridos (1.745 niños), según datos de la agencia de noticias palestina Maan. En territorio israelí, los cohetes disparados este viernes desde la Franja por los milicianos palestinos provocaron heridas al menos a cuatro personas.