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Diario YA


 

La crisis del sanchismo es de tal calibre que ha tenido que echar mano de un improvisado ‘francomodin’

El ‘francomodín’ no tapa el ‘Begoñazo’

Luis Losada Pescador

Las tres elecciones que nos esperan en los próximos dos meses presagian un tremendo desgaste para el sanchismo. La tramitación de la amnistía, la probable actuación del Supremo, la comisión de investigación y las informaciones sobre el caso Koldo y el ‘Begoñazo’ colocan al sanchismo en la peor crisis posible.

Así quie Sánchez, ese cambiacolchones resiliente, improvisa un nuevo ‘francomodín’. Sin estar previsto en agenda se inventa una supervisión de los trabajos forenses en el Valle de los Caídos. Pura ‘performance’. Porque los trabajos fueron suspendidos por orden judicial hace meses al carecer de las debidas licencias municipales. Y los forenses de ‘atrezzo’ llevan dos meses sin aparecer por el Valle. La mayoría son de la Universidad de Granada. Y viajaron expresamente para hacer de figurantes del ‘show calavérico’ del presidente. ¡Papelón!

Para mayor escarnio, ocurre que el osario que mostraron es un osario formado en un 85% por soldados caídos del bando nacional, 10% soldados del bando republicano y un 5% de represaliados del bando nacional. ¡Qué puntería! Todo esto preanuncia una denuncia por parte de la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos.

Pero la estrategia de Sánchez es clara: hacer de la memoria histórica su eje de campaña. Así, anuncia que llevará la derogación  de las leyes autonómicas al Constitucional ty posteriormente al europarlamento y a la ONU. Internacionalizar en un país de boinas siempre funciona en lo mediático, que es lo que importa.

Comparto con Sánchez la importancia de la memoria histórica. Por eso conviene recordar cómo los socialistas ya profanaban tumbas en los años de la segunda república y la violencia verbal y física impulsada desde sus filas. Más recientemente, conviene hacer memoria de la corrupción del felipismo, muy parecido a la trama del caso Koldo, con la mujer del César que no sabemos si será honrada, pero desde luego no lo parece. Eso de recomendar por la mañana empresas que por la tarde reciben contratos del gobierno presidido por su marido es como mínimo muy poco estético. La justicia deberá de examinarlo. Y será en breve.

Con este horizonte penal y con tantas contingencias encima de la mesa, no es extraño que Sánchez improvise un ‘francomodín’. Ya se quedó sin Franco y sin José Antonio. Pero siempre le quedarán los monjes del Valle a quienes poder acosar. De momento el prior, el P. Santiago Cantera es contundente: “La basílica es nuestra”.

Y los españoles decimos también: ‘España es nuestra’.

El anzuelo del pescador

Sánchez quiere entrar en el Consejo de Telefónica. Ya ha apartado la financiación necesaria para alcanzar el 10% del capital de la teleoperadora. Dice su ministro Carlos Cuerpo que el gobierno es un socio estable y de largo plazo. Pero con agenda política; no empresarial. Ese es el problema.

Niños enchufados al ansiolítico. Se dispara el consumo de ansiolítico de niños y adolescentes. La sociedad excitada y sin familia que estamos creando produce estos desajusfes.

Otegui aspira a Puigdemont. Se autovende como vencedor y tiende la mano al PNV para un gobierno ‘abertzale’. La realidad es que PNV y Bildu se encuentran en un empate técnico. ¿Quien prefiere PSE para pactar? PNV. ¿Por qué? Porque Bildu no tiene otra alternativa de pacto que el sanchismo.

Etiquetas:FrancoPedro Sánchez