Redacción. Los presidentes de México y de Colombia, Enrique Peña Nieto y Juan Manuel Santos, respectivamente, han acudido al Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México para rendir homenaje y despedir al premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez "con el corazón dolorido y el alma agradecida" expresaba  Santos, al que ha recordado como "el personaje más importante de la historia de Colombia".

El escritor habia expresado que no quería ninguna ceremonia religiosa, por lo tanto sólo se trata de un acto "de despedida".

Ambos mandatarios han leído sus discursos frente a las cenizas de García Márquez, que fueron colocadas por su viuda en el centro del vestíbulo, adornadas con ramos de rosas amarillas.

México y Colombia, hermanadas por tantos motivos, nos unimos otra vez en esta ceremonia de afectos", ha añadido Santos, antes de recordar que acudía hasta México, país donde vivió el escritor cinco décadas, en representación de 47 millones de colombianos. "Qué importante privilegio llamar compatriota al hombre que imaginó Macondo", expresaba.

 El presidente colombiano ha proseguido su discurso insistiendo en que su misión es "dejar testimonio de que García Márquez seguirá vivo en sus libros y sus textos, pero sobre todo vivirá para siempre en las esperanzas de la humanidad", antes de admirar su factor humano, al afirmar que "si algo hacía 'Gabo' mejor que libros, era amigos". "Gloria eterna a quien más gloria nos ha dado", ha concluido el jefe de Estado.

Peña Nieto ha iniciado su discurso señalando que "para orgullo de México, este país fue el segundo hogar del escritor colombiano", donde "encontró espacio y oportunidad para encontrar su vocación". "Los mexicanos lo quisimos y lo habremos de querer siempre a 'Gabo'", ha dicho el mandatario, en el marco del homenaje póstumo al célebre escritor.

"El fallecimiento de 'Gabo' es una gran pérdida, no sólo para la literatura, sino para toda la humanidad", afirmaba Peña Nieto, que indicaba que "con su obra, llevó al realismo mágico a su máxima expresión" y, gracias a ello, "colocó a la literatura latina a la vanguardia de la literatura mundial".

Cientos de admiradores del escritor han ido pasando a la largo de esta tarde por el Palacio de Bellas Artes para dar su último adiós al escritor, en un día marcado por la lluvia, que no ha impedido que se hayan formado largas colas a la puerta del recinto donde muchos han tenido que esperar durante horas hasta que concluyese el acto oficial.
La llegada de las cenizas ha estado marcada por un prolongado aplauso, al que ha seguido la interpretación de un cuarteto de Beethoven.  Los seguidores del autor de 'Cien años de soledad' han ido leyendo fragmentos de la obra del escritor colombiano ante un micrófono colocado en frente del recinto cultural, al que posteriormente ingresaban para despedir a García Márquez.