Daniel Ponce Alegre.

Analista de Estudios Euroasiáticos.

La noche del 16 al 17 de julio de 1918, hace ahora exactamente un siglo, el Zar Nicolás II, su amada esposa la Zarina Alexandra, y todos sus hijos ( Alexei, Olga, Tatiana, María y Anastasia ) fueron asesinados por sus carceleros comunistas -  bolcheviques ( siguiendo las instrucciones de la Internacional Socialista - Judeomasónica ) junto con Eugene Botkin, el doctor que cuidaba al pequeño Zarévich de su hemofilia, a Alexei Trupp ( Ayuda de Cámara ), a Anna Demídova ( la Doncella ) y a Iván Kharinotov ( el Cocinero ), todos ellos de la absoluta confianza y lealtad de la Familia Real, a la que justo año y medio antes habían arrebatado, por medio de un terrible y despiadado asesinato, a su amado Consejero Real y Director Espiritual, el monje ( por votos, aunque tenía esposa e hijos ) Grígori Efímovich Rasputin ( http://www.diarioya.es/content/todo-empez%C3%B3-la-v%C3%ADspera-de-la-na... ).

Estos asesinatos, fueron la espita que abrió las compuertas de todo un océano de sangre y sufrimiento, como predijo Rasputin, que cayeron sobre el pueblo ruso cristiano, y de manera muy especial sobre aquellos rusos " blancos " cristianos que vivían en la región más occidental de Rusia, Ucrania, recordando con gran dolor el Holodomor ( con 7 millones de mártires ) y del que casi nadie habla siguiendo las directrices propagandísticas del comunismo judeomasónico, como sucede con el Genocidio Armenio y el de otras minorías cristianas en Oriente Próximo y Medio ( con casi 2.5 millones de asesinados y mártires ).

El hecho histórico terrible que se produjo en Rusia hace ahora un siglo, estuvo enmarcado en toda una ola socialista y comunista, de raíces judeomasónicas, revolucionarias y liberales, que se extendía por toda Europa, Hispanoamérica, África y Asia ( la Cristiandad y sus hijas espirituales ).

En España, este protocolo de muertes masónicas y asesinatos anticristianos se inició también a principios del siglo XX, y de manera destacada en 1936 en plena II República, periodo especialmente recordado con gran nostalgia por algunos y que se pretende reeditar con unos métodos preocupantemente parecidos a los de entonces, de odio, traición y muerte ( http://www.diarioya.es/content/%C2%A1-doquier-traici%C3%B3n-y-cobard%C3%... ).

Mientras que en Rusia, millones recuerdan y homenajean a sus mártires y santos, en el resto de Europa no sucede exactamente igual a consecuencia de las presiones de grupos de poder anticristianos, de corte judeomasónico, como es el caso de todo el entramado de ONG´s de George Soros y la Open Society Foundation, prohibidas en Rusia, Hungria y otros países de la extinta URSS, y que hace unos días tuvieron a su representante, Soros, reunido con el Presidente Sánchez y con su mujer ( dedicada al negocio de las ONG´s de " ayuda " a los inmigrantes, etc ) de forma discreta, a modo de tenida masónica o de reunión del Club Bilderberg. Escasos días antes, la primera reunión del Presidente Sánchez fue con el Presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, lacayo de Soros por obediencia judeomasónica, y que está aplicando al pie de la letra la hoja de ruta de la ONG de Soros Amnistía Internacional ( http://www.diarioya.es/content/manual-de-subversi%C3%B3n-contra-espa%C3%... ).

Como sucede en nuestra amada Iglesia Católica, también la Iglesia Ortodoxa Rusa ( recuerdo la expresión del Papa San Juan Pablo II " los dos pulmones de la Cristiandad " ), ha sufrido la infiltración judeomasónica y comunista ( por vía de la teología de la liberación - jesuítica y por vía del comunismo - soviético ) tanto a nivel de la cúpula, como es el caso del Cardenal Ravasi y sus " queridos hermanos masones ", o del Metropolita Hilarión, responsable de los sacerdotes en el extranjero, y al que apuntan como iniciado en una " Logia Illuminatii " de obediencia Inglesa, de corte judeomasónico, globalista, gnóstico y espiritualista. Siguiendo esta línea, judeomasónica -illuminatti y esotérica - oriental, se encuentra su asistente en Valencia, España, el sacerdote ortodoxo ruso Serguey Prosandeev de la Iglesia de San Jorge, al igual que su ayudante, el sacerdote nacionalista ucraniano Vladímir Levcheniuk, que apoya el proyecto de Iglesia Nacional Ucraniana según el modelo del Patriarca de Constantinopla y del Presidente Poroshenko, ambos judeomasones, como apuntan a este Diario fuentes internas de la parroquia en Valencia y de la propia Comunidad Ortodoxa Rusa en Valencia y el resto de España.

Pero sobre este tema, Dios mediante, hablaremos más en detalle desde este Diario, que ama profundamente a la Iglesia de Jesucristo y que está comprometido de forma vocacional ( como el médico que prescribe lo que es bueno y que cuida de los enfermos que deben mantenerse limpios de espíritu, evitando la contaminación del resto de los sanos que están en el hospital ) con la Iglesia.