Rita Villena. Málaga.

Barcelona ha sido la primera ciudad española que ha copiado la campaña publicitaria que hicieran en Londres, para fomentar el ateismo, mediante anuncios que circularán en algunos autobuses de Transportes Metropolitanos con la inscripción: "Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y goza de la vida".

Ya, el Arzobispado ha manifestado: "que para los creyentes en Dios, la fe en la existencia de Dios no es motivo de preocupación, ni es tampoco un obstáculo para gozar honestamente de la vida, sino que es un sólido fundamento para vivir la vida con una actitud de solidaridad, de paz y un sentido de trascendencia".

Erradicar a Dios de la vida pública es el gran objetivo que, desde hace al menos dos siglos se ha propuesto alcanzar la ideología laicista, que ha tenido versiones totalitarias en el nazismo y el comunismo. Dios, como creador del Universo y del hombre, estorba los planes de quienes aspiran a crear un nuevo paraíso terrenal fruto de la mera acción política, concebida como salvación del hombre.

"Quien teme a Dios está tranquilo, incluso en medio de la tempestad. El creyente no se asusta ante nada porque sabe que está en las manos de Dios, sabe que el mal y la irracionalidad no tienen la última palabra. El único Señor del mundo y de la vida es Cristo", dijo en una ocasión Benedicto XVI.

Y es que como siempre se ha afirmado entre los católicos: "no temer a Dios" equivale "a ponerse en su puesto, a sentirse dueños del bien y del mal, de la vida y de la muerte" "que estén tristes los que no se saben hijos de Dios" escribía un santo del siglo XX.