Redacción Madrid. 2 de Noviembre.

   El FC Barcelona sumó su séptima victoria consecutiva en la Liga BBVA tras derrotar al Málaga (1-4) en uno de los encuentros en el que los pupilos de Pep Guardiola mostraron una gran pegada en una Rosaleda casi impracticable por las lluvias torrenciales caídas en el coliseo malacitano.

   En un choque amenazado de la suspensión, los azulgranas demostraron su enorme pegada, unida a su mayor calidad y estilo de fútbol, superior incluso en un anegado terreno de juego, que no fue obstáculo para los visitantes, mejores los 90 minutos.

   El Barça no se dejó inquietar ni siquiera por el tanto de Duda, que equilibró el tempranero de Xavi, protagonista por un doblete. No renunció a su estilo en ningún momento y sentenció el choque sin demasiados problemas ante un rival que no encontró más caminos hacia el área de Valdés.

   Los 'culés', que inicialmente fueron los que más se opusieron a que se disputara el encuentro, encarrilaron muy pronto el duelo después de que Xavi materializara en gol una falta sobre Messi en la frontal. El canterano, de sutil golpeo, puso en la escuadra izquierda de Arnau la falta que abrió el marcador.

   El Málaga, sorprendido por el tempranero tanto blaugrana, recurrió con criterio al balón largo, ya que era imposible hilvanar más de tres pases en raso consecutivos. En una de estas, Adrián cazó un balón en la frontal y se presentó sólo ante Valdés que tuvo mala suerte, ya que tras realizar una gran parada al delantero, su rechace cayó en las botas de Duda, que de preciso zurdazo desde la frontal puso en la escuadra la igualada de los de Manolo Tapia.

   El juego duro e impreciso se instaló como tónica general del encuentro. No había un claro dominador y el peligro sólo llegaba a través de golpes francos. Y fue en estas, cuando el Barça demostró que la pegada iba a ser el juez del partido.

   Leo Messi, en una jugada de pillo, atrapó un balón en la frontal del área. Disparó raso y Arnau fue incapaz de atajar, para que en el rechace, el argentino lograra el segundo tanto de los de Pep Guardiola, que no pasaron mayores apuros en la primera mitad que los golpes francos lanzados por Duda.

   XAVI SIGUE INSPIRADO

   En la segunda mitad, Guardiola dejó en el vestuario a Iniesta, desaparecido en un campo con condiciones tan poco favorables, para introducir a Henry, que fue el gran protagonista del tercer gol blaugrana. Eto'o centró desde la izquierda y el internacional francés cedió con su cabeza a Xavi para que el candidato al 'Balón de Oro' empalmara un volea imparable para Arnau.

   Desde ese instante, el Barcelona concentró sus esfuerzos en mantener su ventaja, mientras que Antonio Tapia introdujo a Nacho Pérez, Fernando y Albert Luque en pos de recortar distancias. Sin embargo, la zaga planteada por Guardiola, con Busquets y Touré incrustados en la defensa, impidió cualquier inquietud en la portería de Valdés.

   Los de Guardiola, pese a estar centrados en mantener el resultado, mostraron que el acierto de esta temporada --son el máximo goleador de la Primera División-- es una de sus mayores virtudes. Así, Dani Alves que en un golpe franco anterior había estrellado el balón en el poste, puso el definitivo 1-4, después 'ayudarse' en un desvío de Weligton, sentencia definitiva para un sencillo partido para los culés a pesar de las condiciones.