El Cónclave para elegir nuevo Papa podría comenzar antes del 15 de marzo
Pablo González
Federico Lombardi, portavoz del Vaticano ha indicado que las circunstancias históricas que se viven puede dar pie a diferentes interpretaciones y por tanto, aunque en la constitución apostólica "Universi dominici gregis" se indica el comienzo de un Cónclave entre 15 y 20 días después del inicio de la llamada "sede vacante" para que se dé tiempo a los purpurados electores a llegar a Roma. Dado que se trata de una dimisión anunciada y no de una súbita muerte papal, en esta ocasión "si todos llegan antes se puede anticipar“
Dada la situación creada por la inédita situación creada por la renuncia de Benedicto XVI Lombardi celebra todos los días una rueda de prensa para responder a las preguntas. En la última de la semana es cuando ha explicado que Benedicto XVI permanecerá dos meses en la residencia apostólica de Castel Gandolfo antes de retirarse al antiguo monasterio de clausura en el interior de la Ciudad del Vaticano junto a un reducidísimo grupo de colaboradores. El propio Lombardi ha comentado que Georg Gaenswein, secretario personal del papa y prefecto de la Casa Pontifica que en Benedicto XVI se nota "el sentimiento de serenidad y distensión con los que vive estos días, a pesar de ser emocionantes y ajetreados".
Un editorial del portavoz vaticano defiende la figura de Benedicto XVI y su dimisión como "un gesto de sabidurías cristiana y humana admirables", está motivado por su débil estado de salud y niega tajantemente que Benedictó XVI haya renunciado por su incapacidad para gestionar el cargo. También ha afirmado “Los enormes problemas a los que hoy se enfrentan la Iglesia y el mundo necesitan de gran energía y de un tiempo en el cargo proporcional a las iniciativas pastorales que necesitan de gran amplitud y no poca longevidad".
Benedicto XVI un hombre libre
Con su decisión Benedicto XVI muestra que la Iglesia está totalmente en manos del Misterio del mismo Dios, y este gesto suyo de libertad es una nueva muestra de la plenitud de la relación con Cristo y plena confianza en el Espíritu Santo. Esta libertad personal es un nuevo reclamo para que renunciemos a cualquier seguridad humana tal como dice San Pablo en la carta a los Filipenses: “Estoy persuadido de que el que ha inaugurado en vosotros esta obra buena, la llevará adelante hasta el Día de Cristo Jesús”.