Redacción Madrid. 10 de diciembre.

  El Villarreal ha pasado como segundo del Grupo E de la Liga de Campeones con nueve puntos, por detrás del Manchester United con uno más, después de caer ante un Celtic de Glasgow por 2-0, que se despide de Europa de forma dulce con una merecida victoria.

   El conjunto español sólo aguantó en el terreno de juego hasta el minuto 35 cuando el colegiado debutante en el torneo expulsó, a instancias del auxiliar, al delantero del Villarreal Guille Franco por darle una manotazo a la altura de la cadera a Caldwell.

   El atacante no estuvo muy deportivo en una acción que marcó el encuentro y en la que el defensa escocés ni siquiera se quejó. Sin embargo el colegiado se mostró muy riguroso y dejó a los amarillos con uno menos cuando quedaba casi una hora de encuentro.

   Esta fue la segunda mala noticia de los españoles en Celtic Park. La primera fue el gol que marcó Maloney cuando se rozaba el cuarto de hora de encuentro. Una jugada que arrancó por la izquierda en fuera de juego acabó con un centro, que Viera despejó con manos blandas, y que Maloney cabeceó al fondo de la portería.

   La únicas cosas positivas para el Villarreal se daban en Old Trafford, aunque se adelantó el Manchester con tanto tempranero de Tévez en el minuto tres, los futbolistas del Aalborg, Jakobsen y Curth, le dieron la vuelta al encuentro antes de llegar al descanso. En esos momentos, al Villarreal le valía con empatar para ser primero de grupo.

   GOL PSICOLÓGICO DEL CELTIC

   Sin embargo, en Celtic Park no dejaban de suceder desgracias para el Villarreal. La tercera llegó en el descuento de la primera parte. McGeady recuperó un balón en el centro del campo y ante la pasividad de los jugadores amarillos, el irlandés se plantó en la frontal del área para sacarse un tiro cruzado ante el que nada pudo hacer Viera.

   Los de Pellegrini, muy desdibujados desde que jugaron con diez, no pudieron parar los ataques locales, en los que tanto Brown como Maloney se mostraron muy activos. El técnico obligado por la expulsión y por la tarjeta a Senna, retiró al hispano-brasileño y dio entrada a Nihat en la segunda parte.

   Los amarillos optaron por tratar de jugar juntos atrás y aprovechar los poco huecos que dejaría su rival. La misión de acabar primeros volvía a ser poco menos que imposible, porque Rooney devolvía el empate el Old Trafford.

   El Celtic no hizo sangre y se dedicó más a tener el control del esférico que a buscar la portería de Viera. Los locales, que sólo han ganado un partido en la actual edición de la Liga de Campeones, se mostraron muy superiores con un jugador más.

   Tanto fue así que a falta de un cuarto de hora para terminar en Celtic Park se empezaron a escuchar "olés" en la grada y eso que ambas aficiones están hermanadas desde hace varias temporadas cuando se enfrentaron en la Copa de la UEFA.

   Al final, los escoceses cerraron su temporada en Europa con una balsámica victoria y ahora se centran en su liga en la que son primeros. El Villarreal necesita mejorar para afrontar con más garantías el cruce de octavos de final de la 'Champions' en el próximo mes de febrero.