Principal

Diario YA


 

José Luis Orella: El ajedrez ucraniano

 

 

Ucrania se desliza hacia la división social. Finalmente ha quedado claro que el rechazo al acuerdo con la UE, en realidad escondía una nueva revolución. (El ajedrez ucraniano)

 

 

El conflicto palestino - israelí trasciende el Derecho Internacional Positivo ( I )

Daniel Ponce Alegre.

Teólogo y Antropólogo - Pontificio Instituto Oriental.

Este año 2018, se cumplen 70 años de la creación del moderno Estado de Israel y 100 de la Declaración Balfour, carta que el Ministro de Asuntos Exteriores británico Arthur Balfour, en noviembre de 2017 y desde el Foreign Office, remitió a la vivienda londinense situada en la calle Piccadilly de Sir Walter Rothschild, y en la que " bendice el establecimiento de una casa nacional judía en Palestina ".

Ese año 1948, el escritor inglés de origen húngaro, corresponsal del News Cronicle durante la Guerra Civil Española y que había vivido en las comunidades judías de Palestina, Arthur Koestler, en su ensayo titulado Promesa y Plenitud, calificó al recién creado Estado de Israel como " una anomalía histórica ", sosteniendo su afirmación en los ejes programáticos " hoja de ruta " que desde la Federación Sionista habían llevado a la creación del moderno Estado de Israel.

Según Niall Ferguson, historiador inglés de la Dinastía Rothschild, Balfour apenas conocía a Walter, aunque había sido aliado y amigo de su padre Nathaniel, el primer judío aceptado en la Cámara de los Comunes sin renegar a sus creencias, tras su elección como diputado por los vecinos de Aylesbury, comarca en la que residen los grandes banqueros del gueto de Francfort y que establecieron la rama británica al final del S.XVIII. Nathaniel Rothschild, no había mostrado simpatía por el sionismo pues lo calificaba como " una fantasía histórica y perversión teológica al atribuir al territorio ( entonces conocido como Palestina, antes como Judea e Israel y previamente como la tierra de Canaan ) un valor taumatúrgico, casi mágico, de casa ancestral ".

Los Rothschild eran considerados, con su título de barones y su asiento en la Cámara de los Lores, la " monarquía de los judíos británicos, los descendientes legítimos de la dinastía mesiánica davídica ". Habían mostrado agudeza y astucia para mantener las ramas de la familia unidas, de tal modo que la comunicación y los negocios fluían entre las grandes capitales europeas; canalizaban fondos " caritativos " y reivindicaciones de los judíos orientales.

De esta forma, la Declaración Balfour se convirtió en la base para futuras decisiones de la Liga de Naciones, embrión de la ONU, y en las que ya se animaba a reconstruir " el hogar nacional de los judíos y a la resurrección del Estado Judío ", expresiones que fueron pactadas en reuniones discretas en el Gabinete, entre quienes apoyaban la creación de un nuevo Estado de Israel en Palestina y quienes pensaban en algo más informal, con el beneplácito y ratificación final de la Monarquía Británica: Jefatura del Estado, Cabeza de la Iglesia Anglicana y de la Gran Logia de Inglaterra simultáneamente.

En mi próximo artículo, Dios mediante, me adentraré en la génesis del conflicto local palestino - israelí, que además es un conflicto regional y, como hemos visto, que afecta a la propia Organización de las Naciones Unidas.
 

Etiquetas:IsraelPalestina