Redacción Madrid. 17 de junio. La ministra de Defensa, Carme Chacón, reconoció hoy en el Congreso que el aumento de la violencia en Afganistán "pone muy en riesgo los avances" de las tropas internacionales en este país, admitió que las acciones de los grupos insurgentes se "intensificarán" en Badghis, la provincia bajo control español, y anunció que se enviarán 33 nuevos vehículos blindados Lince para reforzar la seguridad y que los blindados de pelotón RG-31 estarán allí previsiblemente este mismo año.
Chacón hizo estos comentarios durante su comparecencia en la Comisión de Defensa de la Cámara Baja en la que se dio luz verde (con el apoyo de todos los grupos excepto IU-ERC-ICV) al envío de 542 efectivos complementarios a los 778 actuales: un batallón de 450 tropas de apoyo a las elecciones afganas, un equipo de 66 militares y 4 guardias civiles para asumir desde el 1 de octubre la gestión de operaciones del aeropuerto de Kabul, y 12 efectivos que se encargarán del entrenamiento y asesoramiento del primer batallón del ejército afgano en Badghis.
Chacón dijo que "se trata de una de las misiones mas duras complejas y arriesgadas" en las que ha participado España y lamentó el aumento de actos terroristas pero este "recrudecimiento" se debe, añadió, "a que los afganos están ganando control de su propio territorio" y se va por el "buen camino" y por eso reafirmó que España "debe permanecer allí lo necesario" hasta garantizar la estabilización del país.
Según explicó la ministra, el batallón de refuerzo a las elecciones tendrá un coste de 44 millones de euros, comenzará a desplegarse la primera semana de julio con el fin de estar a plena capacidad el 21 de ese mes y estará desplegado 90 días, salvo que tuviera que celebrarse una segunda vuelta y se retrasaría entonces la vuelta a 30 días después de esta segunda cita.
El batallón contará con compañías de infantería, mando y servicios y zapadores que se encargarán de la "tercera línea de seguridad" -tras la policía afgana (que será la primera) y el ejército nacional- para proteger instituciones clave, escoltar movimientos logísticos y proporcionar seguridad el día de las elecciones.
Al mismo tiempo que el batallón se enviarán los 33 nuevos vehículos blindados Lince, que se unirán a los 60 que hay en Badghis y permanecerán en Afganistán cuando el batallón de apoyo se repliegue. Chacón anunció también que se están corrigiendo los fallos detectados en los nuevos vehículos blindados de pelotón RG-31 comprados por Defensa (cien debían estar operativos antes del verano) y cuando se hagan las pruebas necesarias serán enviados a Afganistán, "probablemente este mismo año", dijo la ministra.
DOS ENVIOS DE MAYOR DURACION
El segundo despliegue aprobado hoy por el Congreso fue de 70 efectivos (entre ellos 4 guardias) que a partir del 1 de octubre se encargarán de la gestión de operaciones del aeropuerto de Kabul por un periodo de siete meses, en un momento en el que, según Chacón, se incrementará la actividad de esta instalación y cuando la OTAN reforzará el espacio aéreo afgano con aviones AWAC.
Por último, se dio el visto bueno al envío de 12 instructores para la formación del primer batallón del ejército afgano en la provincia de Badghis, una unidad que patrocina España ya que, además del entrenamiento, ha financiado la compañía y construye el acuertelamiento. Esta misión se prolongará hasta julio de 2010.
Chacón indicó también que está en marcha la construcción de la nueva base de apoyo provincial en Qala-i-Naw, que permitirá "mejorar las condiciones de seguridad" de las tropas porque estará ubicada en los límites de la ciudad, junto al aeródromo, y no en el centro.
Todos los partidos, salvo IU-ERC-ICV, dieron su apoyo a los despliegues aunque la mayoría de los portavoces incidieron en su preocupación por la seguridad y por una mayor claridad en la información sobre los mismos, tanto a los grupos parlamentarios como a la opinión pública.
"Nos preocupa el equipamiento de las tropas", dijo la portavoz popular, Beatriz Rodríguez-Salmones, ya que, según comentó, el área donde están desplegados los españoles "se han convertido en una zona de combate".
El portavoz de IU, Gaspar Llamazares, argumentó su negativa en que el Gobierno cada vez envía más tropas para proteger a las que ya tenía y se compromete más con la misión antiterrorista que lidera EEUU y que "contamina" la de la ISAF; indicó que la "escalada" en el envío de militares provoca "la espiral de violencia" y pidió un calendario para la retirada ante la "iraquización" de Afganistán.
"Estamos en el buen camino y España no está en Afganistán, ni por Irak, ni por Bush ni por Obama, estamos por la voluntad del pueblo español a través de este parlamento", contestó Chacón.
La ministra también se refirió al proceso abierto contra dos militares que se negaron a ir en un vehículo que no tenía blindaje y a los que se podría condenar a pena de cárcel y garantizó que el convoy "iba debidamente protegido" para el "nivel de amenaza" que tenía esa ruta.