El corte de suministro de gas ruso a Ucrania ya afecta a Polonia, Hungría, Rumania y Bulgaria
Redacción Madrid. 3 de enero.
El corte de suministro de gas ruso a Ucrania el pasado 1 de enero comienza a tener las primeras consecuencias para los países europeos que se benefician del suministro ruso, como es el caso de Polonia, Hungría, Rumania y Bulgaria.
La compañía gasística polaca Gaz System reveló hoy que han recibido un once por ciento menos de metros cúbicos de gas natural ruso a través de los gaseoductos ucranianos, por lo que se vieron obligados a importarlo a través de Bielorrusia para asegurar el abastecimiento.
Entretanto, la compañía ucraniana de gas natural Naftogaz negó hoy que haya desviado ilegalmente gas ruso destinado a Europa y pide al gigante gasístico ruso Gazprom que regrese a las negociaciones.
El director de la compañía gasística polaca Gaz System, Tadeusz Abramowicz, reveló hoy que la cantidad de gas ruso recibido a través de los gaseoductos ucranianos fue de un 11 por ciento menos de la cantidad habitual. Como medida alternativa, incrementaron "la importación a través de Bielorrusia por idéntica cantidad" y podrían "conseguir dos millones de metros cúbicos más por ese cauce". Pero en cualquier caso, la mejor medida sería que se retomasen las negociaciones entre la rusa Gazprom y la ucraniana Naftogaz para poder garantizar el suministro.
La suspensión del suministro de gas ruso a Ucrania, del que se valen otros países de la zona como Polonia, Hungría, Rumania, o Bulgaria se produjo el 1 de enero debido a un supuesto desvío ilegal de gas llevado a cabo por la ucraniana Naftogaz. Sin embargo, esta compañía acusa a la rusa Gazprom de "chantaje" y le pide que regrese a la mesa de negociaciones para la firma de una nuevo contrato para el presente año, a pesar de que mantiene con Gazprom una deuda de más de 1.200 millones de euros.
A pesar de la falta de acuerdo entre las dos compañías para alcanzar un precio que convenga a las dos empresas gasísticas, la ucraniana Naftogaz quiso tranquilizar a la población en un comunicado en el que reconoció que "a pesar del recorte significativo del gas ruso, Ucrania dispone de sus propios recursos para apoyar la estabilidad de los suministros de gas a la Unión Europea".
Aunque Naftogaz busca un acuerdo con Gazprom, la compañía ucraniana consideró en su comunicado que "la posición de Gazprom viola las prácticas internacionales de negociación, los principios de negocio generalmente aceptados, y aspira a un chantaje energético basado en la presión económica". En este mismo sentido, exige a los medios de comunicación que cesen de inmediato "la histeria informativa y la vuelta de Gazprom a un diálogo constructivo en la mesa de negociaciones".
FALTA DE ACUERDO
El origen del desacuerdo entre Gazprom y Naftogaz que debía haber dado lugar a la firma de un nuevo contrato para 2009 se basó en las tarifas. Los ucranianos rechazaron importar el gas ruso a la tarifa preferencial de 250 millones de dólares por cada mil metros cúbicos, propuesto por el Gobierno ruso, ya que la tarifa de mercado son 418 dólares por cada mil metros cúbicos. Sin embargo, estas cifras se disparaban en comparación con los 179,5 dólares por cada mil metros cúbicos que Naftogaz pagó en 2008 a Rusia.
La falta de acuerdo para la renovación del contrato derivó en el corte del suministro el 1 de enero por parte de Rusia, que ahora afecta a todos los países que reciben el gas ruso a través de los gaseoductos ucranianos, como es el caso de Polonia, Hungría, Rumania o Bulgaria, todos ellos afectados. Sin embargo, Alemania, que también se abastece con gas ruso, no ha sufrido cortes de suministro desde el 1 de enero.