Redacción. El P. Seraphim Michalenko, (Marians of the Immaculate Conception) MIC, es un teólogo mundialmente reconocido como eminencia sobre la Octava de Pascua, Fiesta de la Divina Misericordia, y también por ser el principal traductor del diario de Santa Faustina y el postulador de su causa de canonización. Ha escrito lo siguiente:
"En al menos tres ocasiones de 8 de la tarde a 11 de la noche, sintió como si le desgarraran las entrañas. Sufría tanto que pensó que iba a morir. Los médicos no conseguían averiguar lo que le ocurría, y ninguna medicación podía aliviar sus sufrimientos. Más tarde, se le dio a entender que estaba sufriendo esos dolores por las madres que estaban abortando a sus hijos" (Diario, 1276).
"En otra ocasión tuvo una visión de un ángel que venía con rayos y truenos para destruir una de las ciudades más hermosas de su país. Se sentía impotente para evitarlo (Diario 474). ¿Qué antídoto le dio el Señor? El Rosario de la Divina Misericordia. (Ella explicó) que la ciudad iba a ser castigada por sus pecados, principalmente el pecado de aborto."
Su Santidad Juan Pablo II firmó en la fiesta de la Anunciación en el año 2003 una bendición papal especial para aquellos que rezaran la Corona de la Misericordia por el fin del aborto. Dicha bendición se dirige a los Apóstoles Eucarísticos de la Divina Misericordia, y a "todos los fieles del mundo que se unan a ellos ofreciendo el Rosario de la Divina Misericordia... por las madres, para que no aborten a sus hijos; por los niños en riesgo de muerte en el seno de su madre; por un cambio del corazón de los abortistas y sus colaboradores; por las víctimas humanas de la investigación con células madre, de la manipulación genética, de la clonación y la eutanasia; y por todos los gobernantes, para que promuevan la Cultura de la Vida, para poner fin a la cultura de la muerte."
El Santo Padre Juan Pablo II promovió la devoción de la Divina Misericordia dentro de la Iglesia, y declaró el Domingo después de Pascua como Domingo de la Divina Misericordia. Muchos fieles, especialmente en el movimiento pro-vida practican esta devoción.
La imagen de Jesús de pie con su mano apuntando a su corazón, de donde emanan un rayo rojo y otro celeste, con las palabras "Jesús, en Vos confío", representa la devoción a la Divina Misericordia, basada en las revelaciones dadas a Sta. Faustina Kowalska (1905-1938). También le fue revelada la imagen de la "Coronilla de la Divina Misericordia", que dice: "Eterno Padre, yo te ofrezco el Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad de vuestro muy amado Hijo y Señor Nuestro, Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y de los de todo el mundo. Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero".