Luis Alfonso

Desde que los sindicatos o las plataformas sindicales aprendieron que pueden hacer huelga surgió el problema. Tan ilegal es obligarte a trabajar (si no eres de los servicios esenciales) como no permitirte trabajar si no estás de acuerdo con los motivos, las personas, el momento... o simplemente no te da la gana.

La huelga general es un problema menor en pequeños pueblos, en empresas pequeñas o medianas... No es fácil sostener los motivos que te pueden llevar a no trabajar en una empresa donde se sostiene la competitividad gracias a los trabajadores y a los clientes. Todo cambia cuando es una empresa pública o una administración pública (ayuntamiento, comunidad o ministerial). Dado que no hay competitividad y que el ritmo de trabajo no es importante porque el ciudadano, que es el cliente, puede soportarlo todo.

Las noticias son la esencia de la huelga. Si el telediario de la noche de TVE comenzara con la noticia de que en una explotación ganadera no se ha notado la presencia de trabajaodres en huelga o que un grupo de trabajadores han seguidoi el mismo ritmo que todos los días  en un día de huelga general sería horrible para los sindicatos convocantes. Solo importa que se vea en las noticias, que se haga notar que ha habido "piquetes informativos" que ho han dejado que el transporte público funcione, que no han dejado emitir en una radio... La protesta ya no está en la calle ni en la fábrica, está en lo que diga la televisión. Basta que se reúnan 15.000 liberados sindicales (de esos que no van a trabajar antes de las 12h00) para que todo parezca diferente. No han convocado la huelga los trabajadores, solo algunos sindicatos, organizaciones que no llegan a tener un 5% de la representaicón total de los trabajadores de España.

Ellos tienen derecho a hacer huelga y proponerlo a todo el que quiera, pero todos tenemos derecho a no hacer huelga, a ir a trabajar y a no tener miedo. No parece que en 2010 nos vayan a rajar una oreja por ir a trabajar pero no es difícil temer que te "arañen" el coche, que te pongan silicona en una cerradura o que taponen la puerta de salida de un autobus público.

En el fondo lo que suyace que es que la huelga general convocada por los sindicatos UGT y CCOO el 29 de Septiembre no está justificada, no parece que sea contra el Gobierno (qué es quien les da las subvenciones), parece una huelga contra la oposición, contra los empresarios, contra la banca internacional, contra todos, menos contra el Gobierno que nos ha metido en la crisis.