Miguel Massanet Bosch. Si se hubiera planeado aposta no se hubiera conseguido crear un caos semejante al que se ha organizado en España gracias a las perogrulladas, insensateces, egoísmos, incapacidad y cerrilidad de nuestros políticos, sindicatos, progresistas, antisistema, okupas y demás personajes de “mal obrar”, que tenemos la desgracia de tener que soportar en nuestra mal traída España. Sólo faltaba, para redondear este triste panorama, la guinda que acaba de poner el señor Mas, con su desplante separatista, para que los esfuerzos que hemos estando haciendo los españoles de a pie, aquellos definidos como la “sufrida clase media” y los obreros, se hayan ido a hacer gárgaras y nos veamos obligados a regresar al principio del recorrido como tan a menudo ocurría en aquel juego de La Oca de nuestra niñez, cuando caías en la fatídica casilla de la muerte que te obligaba a regresar la ficha a la casilla 0. España, señores, está sometida a un zarandeo, desde dentro y desde fuera, que está amenazando con dar al traste con todo nuestro acerbo histórico, del que tan orgullosos nos mostramos; puesto en entredicho por unos partidos y unos grupos de indeseables que no dudan en dejar a nuestro país, ante el resto de la CE, como una nación bananera semejante a las del Cono Sur americano.
Por si no tuviéramos bastante con nuestros problemas económicos, financieros y sociales, que están haciendo tambalear las propias estructuras de nuestra nación; ahora nos ha crecido el grano purulento del separatismo que, como un virus invasor viene aprovechando la debilidad de España, sus evidentes achaques, para entrar en metástasis e intentar sortear las defensas del cuerpo social para gangrenar algunas partes esenciales de nuestro tejido patrio al objeto de desgajarlo, aunque sea para corromperlo y convertirlo en mera podredumbre. Si Mas ha lanzado su ataque separatista, el señor Urkullu no ha querido ser menos y ha aprovechado la ocasión, visto que el gobierno del señor Rajoy parece que ha adoptado por hacerse el desentendido, para apuntarse a la jugada, con frases como: “no está dispuesto a una convivencia impuesta” porque “no es un matrimonio deseado”. Hablando del Estatuto de Guernica ha dicho que “ha sido subvertido y pervertido por parte de España” ¿Los terroristas de ETA no han contribuido a ello, señor Urkullo? O ¿Su colaboración y condescendencia con los partidos BILDU y los demás herederos de BATASUNA estaban también previstos en el Estatuto de Guernica? Claro que, para este señor, la postura de los catalanes debería hacer pensar a España “en el ejercicio del derecho que asiste a los vascos como a los catalanes a decidir su futuro”. El exceso de prudencia del gobierno del PP, su temor a poner las cosas en su sitio y su habitual lentitud en afrontar los problemas que atañen a los separatistas, sin duda han sido la causa de que, cada vez, sea más difícil atajar la difusión del separatismo y, mucho nos tememos que, de seguir así pronto vamos encontrarnos ante situaciones de hecho irreversibles. Salvo que alguien acuda a lo dispuesto en el artículo 8º de la Constitución para poner orden.
Los que vivimos en esta parte de España, infectada por el nacionalismo local, sintiéndonos extranjeros en nuestra propia tierra, sabemos perfectamente que nada ha sido improvisado, que todo comenzó con las famosas interpretaciones que se hicieron de los preceptos Constitucionales (algo que nunca vamos a perdonarle al TC) y con los insensatos traspasos de competencias, principalmente en materia educativa; lo que ha propiciado que, tanto en Catalunya como en el País Vasco, la enseñanza que se viene dando a los escolares desde hace más de treinta años, se ha caracterizado por adaptarse a los intereses de los políticos nacionalistas, destrozando cualquier intento de unificar los contenidos de las materias a impartir, para que fueran los mismos en toda España. Empezando por primar las lenguas autonómicas por encima del idioma nacional, hasta el punto de que ha quedado como residual, por muchos que muchos españoles hayan intentado concienciar al Estado español de que se estaban infringiendo sus derechos constitucionales todo ha sido en vano; lo mismo que las distintas sentencias de los tribunales llamando al orden a los gobiernos autonómicos que, con toda impunidad y saltándose las leyes a la torera, se han negado a rectificar sus políticas lingüísticas; y empecinándose en impartir una Historia tergiversada, especialmente la del siglo XX, de modo que la han convertido en un panfleto irreconocible para cualquier persona que hubiera vivido aquellos acontecimientos de tanta trascendencia para España
Todos conocemos en qué se invirtieron millones de euros, los mangoneos de los distintos gobiernos de la Generalitat y las absurdas contrataciones de funcionarios, sin otros méritos que ser parientes de políticos, haber trabajado por la causa catalanista o pertenecer a algún colectivo secesionista. Embajadas catalanas en países extranjeros, subvenciones para el cine y el teatro catalanes, ayudas para extender la lengua catalana, etc. convirtieron los millones de impuestos recaudados en Catalunya en arena que se les escurría con facilidad por entre los dedos de los gobernantes del Tripartito (alguna se les quedó en sus bolsillos). Una mezcla de separatismo y comunismo, permitió que, año tras año, las arcas públicas catalanas fueran reduciéndose y empezaran a aparecer los números rojos que intentaron disimular mediante el endeudamiento que, como todos sabemos, en estos momentos supera los 42.000 millones de euros.
El señor Mas intentó arreglar el desaguisado, pero se ha encontrado entre dos fuegos, la crisis que azota a Catalunya, en un momento en que se ha visto obligado a aplicar severos recortes en los gastos públicos y la presión de una parte de la población catalana que ha desviado su descontento por los problemas de la crisis, atribuyéndoselos a la “presunta expoliación a la que vienen siendo sometidos los catalanes”. Claro que, como ocurre en el País Vasco los políticos han sido los que machaconamente han venido repitiendo la falacia de que “la culpa de todo la tiene Madrid” hasta conseguir que una masa irritada haya hecho propio el eslogan y lo venga repitiendo con insistencia hasta conseguir que “la mentira repetida mil veces” se haya convertido en verdad para muchos miles de ingenuos. Ahora, Mas ha entrado en un camino sin retorno del que no sabe como salir ya que, si bien le ha servido para desviar a los catalanes de sus medidas drásticas para intentar solucionar sus elevado déficit y reducir su endeudamiento; ahora no tiene más remedio que seguir en su deriva separatista.
Pero ahora le toca mover ficha a Rajoy que está viendo como Europa cada día se fía menos de nosotros; como Alemania, Holanda e Islandia intentan boicotear la puesta en práctica de los acuerdos de Junio para que se recapitalice directamente a la banca española y quieren que sea el Estado español el que reciba las aportaciones lo que, evidentemente, engordaría peligrosamente el montante de nuestra deuda pública que, en la actualidad, ya esta por el 75% del PIB. Lo ocurrido en el Parlament catalán; el cerco al Congreso por grupos de alborotadores; manifestaciones contra los recortes en numerosas ciudades; descontento de los funcionarios etc. no es el mejor escenario para vender a España ante Europa y, los inversores que tienen que ser los que nos saquen del apuro. Una bajada del IBEX 25 del 4% y una brusca subida de la prima de riesgo, que se ha situado alrededor de los 460 puntos, son el anuncio de que, de nuevo, la confianza de los inversores está topando fondo. ¿Pondrá orden el Presidente? ¡Ojala! No obstante, mucho nos tememos que, una vez más, escurra el bulto. ¡Malo para España!