Principal

Diario YA


 

El Gobierno hace todo lo posible para intentar convencernos que tiene bajo control la crisis

El desempleo “sostenible”

Miguel Massanet Bosch. No hay duda de que,, este Gobierno que padecemos hace todo lo posible para intentar convencernos, a los ciudadanos, que tiene bajo control la crisis que estamos padeciendo desde hace casi dos años. Lo que ocurre es que el papel, y cuando me refiero a este blanco elemento –tan fácil de emborronar pero tan difícil de utilizar para poner algo sensato en él, para darle un valor añadido que compense la tinta que se gasta en escribir sobre él que sirva para algo más que para lanzarlo a la insaciable papelera del olvido, el desinterés o el rechazo –; es para referirme a la serie de normas, decretos, disposiciones administrativas y caciquerías varias que, el equipo al completo del Ejecutivo, se ha dedicado a poner en vigor para hacernos creer, pretender que nos embaulemos o intentar, al menos, que sus eternos seguidores tengan algún argumento para defenderlo de la general irrisión, la absoluta descalificación y el más completo descrédito que se está ganando a pulso desde que negó, por primera vez, la existencia de la crisis de las sub prime ( traducida al español: hecatombe de la burbuja inmobiliaria) y afirmó, sin rubor, que España era inmune a las malas noticias y augurios que desde todos los puntos del planeta nos llegaban con la fuerza de los hechos consumados.

Fuere como fuere, la lista de los errores garrafales del señor Rodríguez Zapatero y de todo su equipo es tan extensa, que sería imposible, en los límites de un artículo como este, hacer una relación completa de ellos. Sin embargo, existen dos aspectos de la gestión gubernativa que merecen especial consideración, por el distinto enfoque que le han imprimido a nuestra economía y  finanzas, con respecto al resto de países de la UE desde el inicio de la recesión, y por los distintos efectos de las medidas, supuestamente paliatorias, de los efectos en nuestra nación de la recesión, con respecto a la situación del resto de naciones de nuestro entorno; entre ellas Alemania, Francia, Portugal e Italia, sin hablar de las democracias del norte de Europa.. Uno de estos aspectos ha sido el reguero de millones de euros que se han venido mal gastando en tapar agujeros, en supuestos remedios de la abuela o en chapuzas encaminadas a entretener a quienes los votaron; despilfarrando enormes sumas de dinero ( dinero de nuestros impuestos, nunca debemos olvidarnos de ello) pretendiendo que estaban destinadas a aspectos sociales, a mejoras para los trabajadores o a ayudas sociales para los necesitados, cosa que, según ellos y su propaganda demagógica, nunca haría la “derecha reaccionaria, explotadora del proletariado y de las libertades ciudadanas”. Por cierto, ya me dirán ustedes lo que piensan de que el ministro, señor Sebastián, pretenda inmiscuirse en temas como la temperatura de los locales públicos (bares, tiendas, estaciones o cines) que no podrán superar los 21º en invierno ni bajar de los 26º en verano, lo que va a provocar que, dependiendo de donde estén colocados los termostatos, en una parte de los locales los clientes o usuarios se van a helar literalmente o, en el caso del estío, se torrefactarán como lagartos en el desierto. Una muestra más de como, poco a poco, el sistema del “Gran Hermano” de Orwel, va imponiéndose en nuestro país.

Claro que, para invertir dinero en algo, lo primero que hace falta es tenerlo y, cuando se acaba, saber cómo conseguirlo a coste barato y cuando el coste es caro y la situación de la economía de la nación no permite confiar en la recaudación de impuestos, porque las pérdidas han sustituido a los beneficios y la producción no tiene salida por falta de demanda, entonces, señores, las cosas se le ponen feas al Ejecutivo. Pero existe un segundo elemento que todavía preocupa más al señor ZP porque no sabe como obviarlo, camuflarlo o desentenderse de él. Resulta ser que, el primer beneficio social que se le puede y debe dar a un trabajador, es poder trabajar y sacarse un salario digno. Pues vean ustedes que, todo un gobierno socialista, un gobierno de izquierdas que añora la República y que reprocha a la derecha no tener una conciencia social; ahora, en pleno siglo XXI, con su nefasta conducción de España dentro de la crisis que nos azota a todos, se encuentra con un paro que supera con creces el 19’3% de la población trabajadora, ( los datos de la UE nos atribuyen 4.4 desempleados), que el pasado mes de noviembre se incrementó en casi 69.000 nuevos perceptores de la subvención y que no lleva camino de disminuir, al menos, hasta el año 2011. Nos choca que se hable de un plan de sostenibilidad cuando lo único que parece garantizado que se va a sostener es el incremento del número de personas en paro. ¡El paro sostenible, señor ZP!

Se nos echa en cara el rebrote de la venta de coches, pero se olvidan de añadir que todo ello no se debe al abaratamiento de la producción, o a la mayor productividad, ni tan siquiera al mayor poder adquisitivo de los españoles ¡nada de eso! Si se venden más coches es debido a que el Estado está pagando una parte de su valor, subvencionando a las empresas de fabricación y venta de vehículos, como siempre, a costa de seguir endeudándose, de aumentar el déficit público y de entramparse más a base de emisión tras emisión de Deuda Pública que, Dios sabe cuando, se podrá amortizar (lo harán nuestros biznietos) y que acarrea, como nadie puede ignorar, unas cargas insoportables para las finanzas del país. El dato de lo que nos costaron los intereses de la Deuda Pública en un año se cifra en más de 22.000 millones de euros, casi toda la recaudación del IVA en un año. Cuando el Estado deje de apoyar la venta de coches es posible que, de nuevo, el sector vuelva a los números rojos y los despidos que se han evitado hoy se produzcan cuando menos se puedan soportar.

En tasa de desempleo sólo la pequeña Letonia supera a España, que tiene la desgracia de ser la penúltima en toda Europa en cuanto a la lacra del paro. ¿Es posible que el señor Zapatero y su gobierno, se haya embarcado en mil ayudas, mil proyectos y en supuestas medidas de austeridad – ¿cómo les van a pedir a los ayuntamientos que están endeudados hasta la cabeza que paguen ahora sus facturas en 30 días, cuando lo venían haciendo, como pronto, a los seis meses? – si no se ocupan de generar empleo?. El mal del que padecen los municipios es debido a que, su fuente de ingresos, la construcción, está parada y por ello, desesperados, están acudiendo a aumentar los impuestos a sus ciudadanos, encareciendo de forma desmesurada el IBI y los tributos locales, como las basuras, la limpieza, el alcantarillado los vados etc. Todo ello comporta un endurecimiento de la carga fiscal sobre los españoles que, a la crisis, al desempleo, a la congelación de salarios, a los posibles aumentos anunciados para primeros de año sobre el IVA, IRPF, IS etc. y el encarecimiento de las energías a partir del mes de enero; van a tener que añadirle el peso de los arbitrios e impuestos municipales. ¿Quién es en este gobierno socialista que se preocupa de los ciudadanos? Puede que sólo les preocupe aumentarse los sueldos. Por ejemplo la señora Leire Pajín se moría por entrar en el parlamento valenciano y ¡no nos extraña!, porque, esta protegida de cupo del señor ZP. va a percibir la cifra redonda de 20.000 euros al mes, lo que, en tiempo de vacas flacas no está nada mal. Y no dejen de fijarse en la forma como, la vicepresidenta de la Vogue, la señora Fernández de la Vega, nos enseña a los ciudadanos como ahorrar; seguramente piensa que, gastándose fortunas en vestir y cambiando de modelo cada día; se da un buen ejemplo a los 4.4 millones de parados que la contemplan con la boca abierta mientras se pavonea exhibiéndose, si no por el contenido, sí por el continente. Se olvidan, estos socialistas, de que gobernar España, como diría Ovidio, “no es un honor, es una carga” ¿Dónde tenemos esta austeridad que nos predican? Nadie la vio.