Fidel Garcia Martínez. El Doctor Jesús Poveda, el día de los Santos Inocentes, comente un delito por el que es llevado al calabozo en una furgoneta esposado, por defender la vida humana del hijo y la madre embarazada. El Doctor Poveda es profesor de la universidad Complutense de Madrid, dedica 364 días al  años a cumplir  con su vocación de asistir a sus pacientes y un día a resistencia a defender el derecho fundamental a la vida tanto de la madre como del hijo que lleva en sus entrañas, protesta en actitud pacifica y resistencia pasiva ante las puertas de la clínica madrileña DATOR que practica 10.000 abortos año solo por dinero, como ha confesado su director un ginecólogo.

El Doctor Jesús Poveda, se hace famoso a su pesar todos los 28 de Diciembre, el día de los Santos Inocentes. Lamenta este doctor que la introducción del aborto en España fue el precio que tuvo que pagar para el ingreso en Europa, como le manifestó el Ministro de Justicia Ledesma en 1985. Desde entonces ningún gobierno ni del  PP ni del PSOE (Gonzalez, Aznar, Rajoy, Zapatero y Sánchez) ha hecho nada positivo para modificar la actual LEY del aborto (un coladero) teniendo en cuenta el derecho fundamental a la vida del hijo y en beneficio de la madre.

Para este Doctor comprometido por el derecho a la vida, el aborto tiene gran influencia en la crisis demográfica que España padece con un cifra aterradora de abortos más de 100.000 al añoo. La forma de protesta  pacifica que el doctor Poveda lleva a cabo todos los años consiste en sentarse junto a la clínica abortista DATOR, esperando la llegada de la policía para detenerlo, esposarlo y llevarlo  a compartí cárcel con delincuentes, algunos  con graves delitos. El doctor  Poveda la noche que va del 27 al 28 diciembre la pasa en una parroquia cercana al centro abortistas DATOR, en oración ante la exposición  de la Presencia  de Jesucristo en la Sagrada custodia  acompañado de muchas fieles  presentes físicamente y otros muchos por radio televisión o redes sociales.

La protesta contra el aborto del Jesús  Poveda  no es una inocentada, sino todo los contrario. Dentro de los muchos personajes que durante siglos han configurado la esencia de la Navidad Cristiana, uno de los mas populares han  sido los Santos Inocentes, festividad que la Iglesia Católica celebra todos los 28 de Diciembre dentro de la octava de Navidad, cuando se conmemora la matanza ordenada por el Rey infanticida Herodes, con el fin de asesinar al Niño Jesús, que él consideraba un usurpador. En España era el día de las inocentadas, cada vez menos y más ridículas.

Esta fiesta originariamente era la fiesta de los monaguillos, niños que ayudaban en el Altar durante la Santa  Misa: eran niños despiertos, hábiles y bromistas, por un día se sentaba en los pomposos asientos de los  canónigos y elegían a un compañero como Obispillo o rey de los inocentes. Revistado como un prelado y como tal actuaba entre su compañeros. Esta fiesta fue suprimida pues nació en el siglo V, a causa de los ridículos y por peligro de profanaciones: Los monaguillos y los sacristanes se burlaban del clero con la ayuda de los confiteros y pasteleros que confeccionaban productos navideños y tortas muy saladas, y de jóvenes que clavaban monedas en el suelo para burlarse de los que intentaban recogerlas.

Muy comunes eran los monigotes, figuras de papel recortado, que se colgaban en la espalada de un inadvertido para regocijo jolgorio de todos. En España hasta los niños han dejado de ser inocentes por los numerosos casos de escándalo que reciben en todos los ambientes en los que transcurre su vida: escuela , familia y el submundo de las redes sociales, víctimas de tipo de violencia física de abortos, sexual, explotación económica o niños de la guerra