El Día de la Misericordia del Año de la Misericordia
Jesús Domingo Martínez. El día en el que los cristianos celebramos el Día de la Misericordia del Año de la Misericordia, pienso que es bueno recordar que Él en su afán por hacer partícipes a otros de su amor y de sus bienes, Dios confiere al ser humano, desde principio, la posibilidad de amar como Él ama. Capacidad que, gracias a la Redención, ha sido recuperada. Juan Pablo II constata que “la nostalgia del corazón humano de aquella belleza original (…) supone la nostalgia de la comunión en que se revelaba el don desinteresado”, belleza y comunión que “no son un bien perdido para siempre, sino un bien que recuperar y, en este sentido, todo hombre es dado al otro, toda mujer al varón y todo varón a la mujer”.
Además Dios confiere al ser humano la posibilidad de amar con amor de misericordia, no sólo siendo don para otros sino perdonando. Ese es el gran escándalo del mensaje del Mesías, que nos anime a amar aún a nuestros enemigos. Para eso Él va por delante: Cristo escogió voluntariamente a Judas, sabiendo que le iba a traicionar. Él voluntariamente quiso el abandono, quiso la traición, quiso ser entregado por uno de sus apóstoles “para que tú –dice San Ambrosio-, si un compañero te abandona, si un compañero te traiciona, te tomes con calma este error de juicio y la dilapidación de tu bondad”.